El 25 de febrero de 2011, en la ciudad argentina de Posadas, se suscribió la declaración de directores de Yacyretá, que estableció una serie de disposiciones con el fin de ir haciendo viable a la empresa binacional. Por nuestro país lo refrendaron Fulgencio Rodríguez, entonces director paraguayo, y Miguel López Perito, jefe del Gabinete Civil de la Presidencia.
En nombre de los argentinos lo hicieron Óscar Thomas, otrora director ejecutivo de la EBY, y Julio de Vido, quien se desempeñaba como ministro de Planificación. Ambos actualmente se encuentran procesados por hechos de corrupción.
El punto cuarto de esa declaración señala “asumir el compromiso en nombre de la Entidad Binacional Yacyretá a realizar en la brevedad los procedimientos administrativos pertinentes para contratar la construcción y puesta en funcionamiento de la ampliación del parque de generación de la Central Hidroeléctrica Yacyretá en el segundo brazo del río Paraná (Añá Cuá)”.
Asimismo, en el punto noveno se menciona que la República del Paraguay considera como oportuno y conveniente desendeudar totalmente a Yacyretá de la acreencia que tiene el Tesoro argentino. Desendeudando a Yacyretá estarán dadas las condiciones para realizar Añá Cuá, Corpus Christi y otras obras de infraestructura, establece el punto 10.
SOLO INTENCIÓN. Mercedes Canese, ex viceministra de Minas y Energía, señaló que ese documento fue solo una intención, mas no se fijó monto de deuda, plazo o bajo qué condiciones saldarla. Añadió que Lugo también escuchó a otros técnicos, que estaban en contra de esta propuesta y nunca el Gobierno la concretó.
Responsabilizó a López Perito como el responsable de esa propuesta de desendeudamiento y recordó que el ex senador ya no forma parte del Frente Guasu desde el 2013.