El doctor Daniel Cantero, director del Cenptra del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, confirmó para nuestro medio que, de enero a junio se registraron 17.200 consultas en la institución.
“Fuera de esta cifra, en los últimos dos meses se registraron 4.521 pacientes por distintos tipos de adicciones a sustancias, en todos los dispositivos que se encuentran en la red con que contamos, que están ligadas al Ministerio de Salud y otros sitios, como Unidades de Salud, que se encuentran dentro de algunas penitenciarías del interior del país”, detalló.
Del total de consultas, 3.000 fueron por consumo de alcohol, que lidera el servicio, mientras que por consumo de cocaína y su derivado; que es el crac o chespi, fueron 2.400 consultas en lo que va del año, dato brindado por Cantero.
A propósito, solicitó aclarar lo mencionado por la madre de un paciente, que había dicho a nuestro medio que a su hijo, siendo menor, cuando estaba internado en el Centro de Adicciones, lo encontró muy descuidado.
El doctor indicó que actualmente esas situaciones no se registran en el Cenptra y que profesionales de la niñez son los responsables de garantizar el buen estado de los pacientes adolescentes.
Actualizó que el periodo de tiempo es de 20 días para desintoxicación y que los pacientes, si son adultos, no reciben visita, pero sí los adolescentes para evitar perder el vínculo con la familia.
El profesional mencionó que trabajaron en una reingeniería dentro del Centro, en la que aumentaron las camas para adultos y disminuyeron el área de menores, por la sobredemanda que experimentan en la actualidad
“Niños menores de 11 años ya no se internan, porque la demanda no ameritaba tener una sala para un solo paciente y la cantidad de adultos que demandan las internaciones ameritaban ese cambio. Entonces, son 35 camas para adultos en dos salas distribuidas y las 10 camas restantes quedan para los adolescentes de 12 a 17 años que eventualmente requieren internación “, detalló el doctor.
Respecto al tiempo de espera, señaló que actualmente es mucho menor que los tres meses que anteriormente debían aguardar los pacientes en lista de espera.
“Esta reingeniería apunta a la franja de 18 a 25 años, que son los que más están demandando internación y prácticamente no pasan más de 7 días para su internación, incluso cuando vienen pacientes desde el interior del país, sin estudios o consulta previa y si amerita la situación, ya se quedan internados inclusive por delante de los que ya están esperando. En ese sentido es prioridad los que vienen de lejos”, manifestó.
A propósito de la escasez de centros de rehabilitación en el país, Cantero refirió que es el único en el sector público que es sin costo alguno para los pacientes, tanto para las consultas ambulatorias como para las internaciones.
El director mencionó además que el Ministerio de Salud también cuenta con el Centro Residencial de Tratamiento de Adicciones (Ditres), ubicado en Piribebuy, que fue habilitado en enero.
“Es un híbrido donde cuatro instituciones firmaron un convenio para poder llevar adelante este lugar y todo lo que es la parte de tratamientos está a cargo nuestro, del Centro de Adicciones y la parte administrativa de la Dirección de Salud Mental”, acotó.
Aclaró que es un espacio posterior a la desintoxicación que se lleva en el Cenptra y que luego los pacientes, de acuerdo a las indicaciones y de los criterios continúan con sus procesos de deshabituación y rehabilitación por un periodo de nueve meses.
“Actualmente tenemos siete pacientes que están internados, cinco de los cuales están desde la habilitación y estamos a la espera de poder seguir ingresando pacientes en forma paulatina, hasta llenar los cupos, eventualmente, que son de treinta camas para varones mayores”, detalló.
Al respecto, indicó que más que inconveniente para ingresar los treinta pacientes a la Ditres, se trata de cuestiones burocráticas, ya que había quedado desierta la licitación para adquisición de equipos de seguridad tercerizada, además de los equipos de circuito cerrado para el monitoreo.
“También, que tenga una capacidad de treinta no significa que treinta de una también van a ingresar, porque se va haciendo el ingreso paulatino y estos pacientes que ya están desde enero, meses después van a ser los que acompañarán a los pacientes en sus procesos de deshabituación y de rehabilitación y es por eso que se está haciendo en este ritmo que realmente parece muy lento”, indicó Cantero.
