El contralor Camilo Benítez recordó que se realizó un examen de correspondencia en el año 2018 cuando Abdo salía del cargo de senador e iba a la presidencia de la República. “Tenía declarado un crecimiento absolutamente razonable”, expresó. Luego citó que se sumó la información que el Ministerio de Economía brindó tras una circularización de rutina. “Vimos que las empresas donde él tiene aproximadamente el 90% de las acciones tuvieron un crecimiento muy por encima de lo normal en su facturación en los cinco años que fue presidente”, resaltó el contralor.
Se trata de Almacenamiento y Distribución de Asfalto SA (Aldia SA) y Creando Tecnología SA (Createc SA). Destacó que se fue “al extremo” porque “facturó 70, 80 veces más de lo que facturó históricamente” y coincidentemente a la salida del cargo, está ganando mucho menos.
“Esa facturación extrema que tuvo, con más de USD 80 millones en cinco años, coincide justamente con su mandato, sumado al hecho de que es una empresa que produce un producto que solamente pueden comprar las empresas que a su vez proveen al Estado, que es el asfalto”, relató.
Explicó que se considera que ese crecimiento puede estar justificado en la ley, es decir, puede no ser ilegal, pero también puede ocultar algunos hechos que sí pueden ser ilegales y por ese motivo se solicitaron informes para profundizar, se analizaron los balances de la empresa y el destino de la utilidad. En ese sentido, se vio que Abdo no declaró estas ganancias.
“Hay que decir, no declaró porque no tiene por qué declarar un patrimonio que aún no es suyo. Ese patrimonio de más o menos G. 328.000 millones que fueron enviados a utilidad, no es un patrimonio de la persona física Mario Abdo. Es un patrimonio de la persona jurídica, que son estas dos empresas y, por ende, él no tenía por qué declarar”, detalló el contralor. No obstante, no descarta que se trate de un “artilugio” para que no salte su patrimonio de G. 18.000 millones a G. 300.000 millones. “Claramente, hay una inmoralidad gigantesca de un presidente que se dedica al rubro vinculado al Estado y que su empresa facture cien veces, eso es categórico”, aseveró.
Indicó que, en principio, no estamos ante algo ilegal en Paraguay porque Abdo se benefició indirectamente. Sostuvo que en otros países, incluso en Venezuela, esto sería ilegal.
Precisó que si se corrobora que en realidad él importó esa cantidad de asfalto y vendió a las empresas que construyeron las rutas, “estamos hablando de una conducta que está regulada en la ley, es más, yo tengo la obligación en ese caso de firmarle el examen de correspondencia y decirle felicitaciones”, dijo.