“El sector privado argentino siempre se mostró en esta tesitura (de rechazo si no hay contraprestación), solo que ahora esta intención afectaría en gran medida, si es que no se dan mejoras en un nivel razonable y un aumento razonable”, explicó a ÚH.
Valdez comentó que si bien esta intención de aumento es en relación al peaje del tramo Santa Fe-océano, la lógica del reclamo es básicamente la misma que se da respecto al tramo Santa Fe – Confluencia, sobre el cual existe un impase con el vecino país, de que debería existir una contraprestación.
“Para que exista o se modifique una tarifa necesariamente debe existir una contraprestación y el valor de la misma debe ser coherente con el nivel de servicio prestado”, dijo.