Según ella, en Paraguay al sistema electoral se le atribuyen cambios en la cultura política, lo que es un error.
Recuerda que las listas desbloqueadas con voto preferente vinieron “a tratar de reparar” un pacto de representación que está fallido en Paraguay y que tiene que ver con la resistencia social a los procesos políticos actuales.
Se incorporó el desbloqueo de listas, con la esperanza de democratización, y “evidentemente no trajo tal cosa”, resalta y cita como ejemplo a figuras como el colorado Beto Ovelar, que está en política hace muchos años, “y vuelve a ser reelegido y encima como uno de los más votados, y no es que trabajó la transparencia ni la renovación”, aclara.
Si la idea era que no entre cierta gente a los cargos electivos como las bancas del Congreso, figuras como Rafael Esquivel alias Mbururu, pese a su prontuario, “evidentemente puede entrar igual”.
La ley del desbloqueo de listas es otro parche al Código Electoral Paraguayo que, a criterio suyo, “es incoherente, está inconexo y tiene un problema que funciona con remiendos constantes”.
Insiste en que no funciona lo que mucha gente piensa y es que cambiando el sistema electoral va a cambiar la cultura política. “La gente piensa que si se tiene voto preferente, el votante va a ser superracional, y hemos visto que ni siquiera hubo propuestas sobre temas que afectan sensiblemente a los ciudadanos, como el sistema de transporte, la inseguridad, el desempleo, etc”, reflexiona.
No obstante, todavía no se pueden realizar comparaciones o conclusiones sobre lo que ha dejado la aplicación del voto preferente, ya que se necesitan al menos dos elecciones generales para ello, agrega. Algunas cuestiones que dejaron las elecciones generales últimas es la atomización extrema de las candidaturas y la competencia interna de los partidos, “que afectó mucho más a los pequeños que a los grandes”. La desintegración interna de Frente Guasu y la desaparición del Partido Patria Querida. “No podemos distinguir si la atomización se debe al voto preferente o a la muerte natural de la tercera fuerza en Paraguay”. Otro tema resaltante es “la coloradización en todos los aspectos” y que aumentó el número de mujeres en el Congreso. Sin embargo, no se puede atribuir todo esto al voto preferente, insiste.