Con este revés, queda sepultada la pretensión de Alegre de recuperar su cargo como titular de los liberales, quienes también lo destituyeron del Directorio del PLRA por sus ausencias reiteradas, y denunciaron irregularidades administrativas durante su gestión.
Como nuevo presidente y con el apoyo del Directorio del PLRA, Fleitas inició un proceso de saneamiento administrativo en el que denunció deudas de unos G. 35 mil millones y demandas en contra, mientras realizan una auditoría externa.
Alegre accionó contra la resolución de los convencionales argumentando que se decidió deponerlo del cargo y elegir a Fleitas cuando la sesión ya había sido levantada. Además, sostuvo que el estatuto del partido no prevé que se revoque el mandato del titular partidario. Perdió en las dos instancias.