La conformación del Instituto de la Carne, una de las iniciativas más debatidas en la cadena cárnica paraguaya en los últimos años, parece haber llegado a un punto muerto. Así lo confirmó el presidente de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (APPEC), Ramiro Maluff, quien reconoció que el proyecto “ya no va a correr” debido a la falta de consenso con el sector industrial. “Definitivamente no vamos a conseguir consenso con la industria. No llegamos a entender claramente cuáles son los temores que tiene para avanzar con esto”, expresó Maluff, al explicar que, pese al respaldo del Gobierno y del sector productivo, los frigoríficos no acompañaron la propuesta.
Según el dirigente, la principal resistencia de la industria radica en el temor a la transparencia, ya que el Instituto de la Carne –según la propuesta original– no tenía potestades regulatorias ni recaudatorias, sino un rol técnico: Consolidar y publicar información sobre precios, márgenes, mercados y faena.
aporte. “Ni siquiera la industria tendría que aportar, solo participar activamente para la promoción de la carne, la marca país y la generación de información. Pero creemos que el gran problema es que no quieren más transparencia en el negocio”, sostuvo.
Ante el estancamiento, la APPEC decidió avanzar por su cuenta y convertirse en una entidad privada de investigación y análisis, inspirada en modelos como el australiano.
El nuevo organismo se enfocará en recopilar y sistematizar información pública de fuentes como Aduanas, Senacsa y la Ventanilla Única de Exportación, además de monitorear los mercados internacionales.
“Vamos a generar toda la información que debería haber producido el Instituto. Lo que buscamos es que el productor tenga insumos precisos para entender cómo funciona el mercado, prever inversiones y negociar en igualdad de condiciones con la industria”, explicó Maluff.
El dirigente señaló que el objetivo de esta nueva etapa será fortalecer la transparencia y la previsibilidad del negocio ganadero, factores que considera esenciales para recuperar la confianza de los productores y revertir la caída del hato nacional.
Caída del hato. El presidente de la APPEC alertó que el hato nacional volvió a caer en 2025, y que las proyecciones para 2026 no son alentadoras.
“Del 2024 al 2025 perdimos unas 600.000 cabezas, y estimamos que el año que viene caerán otras 300.000, principalmente en el Chaco”, precisó.
El factor climático fue determinante. La prolongada sequía obligó a descargar campos y redujo la tasa de preñez de los vientres, afectando la reposición futura. “Estamos faenando más de lo que estamos produciendo. Nos estamos comiendo la cola”, advirtió.
Maluff explicó que, si las condiciones climáticas y de mercado acompañan, la recomposición del hato recién podría comenzar en 2027.
“El punto de inflexión llegará si logramos previsibilidad. Si la industria acompaña y no tira los precios cuando no hay razones para hacerlo, podremos recuperar el hato a partir de 2027”, señaló.
INDUSTRIA FUERTE. Lejos de plantear una confrontación, Maluff insistió en que los productores buscan una relación equilibrada con la industria, que permita beneficios compartidos. “El productor financia a la industria con unos USD 130 millones de crédito permanente. Nadie quiere que los frigoríficos pierdan rentabilidad. Al contrario, necesitamos una industria fuerte, pero con información transparente y previsibilidad para todos”, remarcó.
El titular de la APPEC lamentó que los distintos gremios del sector continúen intentando un consenso que, a su criterio, “ya no tiene sentido”. “Nosotros perdimos el entusiasmo. No queremos seguir haciendo un esfuerzo estéril. En vez de intentar convencer a la industria, preferimos concentrarnos en fortalecer la transparencia y la generación de datos”, afirmó.
EN ALZA. En cuanto al panorama externo, Maluff destacó que Paraguay cerrará 2025 con un escenario favorable, impulsado por la demanda global y la mejora de las condiciones climáticas locales. “El mercado mundial está extremadamente demandante. Estados Unidos y Canadá se consolidan entre nuestros principales compradores, mientras que Israel jugó un rol clave, incluso superando en volumen a Taiwán en agosto”, comentó.
La apertura de Canadá y la continuidad de los envíos a Estados Unidos, junto con la reanudación de las faenas kosher para Israel, sostienen las expectativas de precios firmes para los productores. “No hay nada que haga pensar en una baja de precios. Con los mercados internacionales en alza, el valor para el productor también debería subir. Sería una pena si la industria intentara volver a presionar los precios”, advirtió el dirigente del gremio de ganaderos.
