La longevidad vuelve a llamar la atención en el Norte del país. En estos siete meses del año, siete personas apagaron 100 velitas, o un poco más, en distintas comunidades del Departamento de Concepción.
La mayoría celebró rodeado del cariño de sus familiares, vecinos y allegados. Un factor común entre los homenajeados es su alimentación, basada en productos naturales y comidas tradicionales, como puchero de poroto, locro, leche, maní y coco.
Uno de los casos más recordados fue el 24 de abril, cuando doña Santa Elena Gómez se iluminó con la celebración de su centenario en la ciudad de Belén. Nacida el 27 de febrero de 1925 en Brasil, llegó a Belén a los seis meses de edad y desde entonces ha dejado una profunda huella en la comunidad. Madre de cuatro hijos, dijo que la comida tradicional y la oración a Dios la ayudan a vivir muchos años.
PRIMER INTENDENTE. El segundo ejemplo lo dejó don Juan Princigalli Bruno, quien fue el primer intendente democrático de Concepción. Cumplió 100 años el pasado 16 de mayo y recibió numerosos homenajes. Lamentablemente, falleció 15 días después, pero dejando un legado de servicio y honradez.
En la comunidad de Belén, el 23 de mayo, doña Aparicia Moreira viuda de Arias, oriunda de Puerto Yvapõ, celebró su centenario rodeada de una impresionante descendencia: 11 hijos (9 con vida), 58 nietos, 122 bisnietos y 33 tataranietos. “Manejé con mucha disciplina a mis hijos y, en la comida, nunca tuve problema, pero prefiero lo tradicional”, cuenta.
CONOCIDO POCERO. El 29 de junio, dos historias se sumaron a la lista. En Paso Itá, don Pablo Arce, nacido en Curuzú Ñu, celebró sus 100 años. Es conocido como el “pocero del departamento”, un oficio con el que formó y mantuvo a su familia de 10 hijos.
Ese mismo día, en el barrio San Antonio, Petrona Peralta viuda de Vallejos llegó a los 107 años, siendo la de mayor edad entre los festejados, rodeada del afecto de su numerosa familia. “Menos carne comíamos cuando éramos niños y jóvenes, más lo tradicional, poroto y locro”, recuerda.
El 6 de julio, en San Antonio Sapucái, distrito de Yby Yaú, se vivió otra emotiva celebración con don Miguel Almada, quien alcanzó el centenario acompañado de hijos, nietos, sobrinos y vecinos.
Finalmente, el 13 de julio, en el barrio San José Olero de la capital departamental, don Buenaventura Ovelar, nacido en Costa Puku en 1925, también festejó sus 100 años de vida, flanqueado por su numerosa prole.
Estos casos, que se hicieron público a través de celebraciones familiares, compartidas en medios de prensa y redes sociales, reflejan un fenómeno que despierta admiración y plantea una duda existencial: ¿Alberga la alimentación natural y tradicional –libre de químicos y procesados– el secreto para una vida larga y plena?