Se trata de Sudán, el hogar de más de 40 millones de personas que sufre una fuerte desertificación e intensas tormentas de polvo actualmente. La situación es tal que los científicos predicen que la temperatura de la región aumente hasta tres grados centígrados para el 2060.
Además, el ‘haboob’, unas potentes tormentas de arena características de las zonas áridas del planeta, se están convirtiendo en un fenómeno cada vez más habitual en algunas partes de Sudán.
Según un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, unos 4,6 millones de habitantes de Sudán, ya sufren inseguridad alimentaria, y se espera que otros 3,2 millones se enfrenten a una grave escasez de agua en el futuro más cercano.