Sin embargo, en el 2012, negoció con el Partido Colorado, que ya apuntaba a entronar a Horacio Cartes. Los sectores de Federico Franco y Efraín Alegre, con desacuerdo del llanismo, traicionaron a Lugo y apoyaron a la ANR, que organizó un juicio político, calificado en ese entonces como un golpe parlamentario.
En junio de ese año un operativo fiscal-policial irrumpió en Marina Cué para allanar y desalojar a un grupo de campesinos que reclamaba esas tierras, y en un enfrentamiento murieron 11 labriegos y seis policías. Este hecho fue el motivo principal consignado en el libelo acusatorio.
De esta manera, Franco tomó la Presidencia con Óscar Denis, actualmente secuestrado, como vicepresidente, por un periodo de nueve meses en el que se llevó a cabo una cuestionada gestión que dejó al Estado con instituciones debilitadas y casi sin fondos.
Esto posibilitó el retorno del Partido Colorado en el poder. Cartes llegó con un gran financiamiento y con el impulso de la presidenta de la ANR en ese entonces, Lilian Samaniego. En 2013, el empresario ganó las elecciones.
Lugo mantuvo su popularidad por muchos años. En el 2013 lideró la lista del Senado del Frente Guasu y logró siete bancas.
El luguismo se convirtió en el tercer espacio y fue el principal opositor del Gobierno de Cartes, con el que en el 2017 acordó impulsar la reelección presidencial, que no se logró.
En el 2018 el Frente Guasu mantiene su bancada en el Senado como tercer espacio, bajo el gobierno de Mario Abdo.
Efraín Alegre buscó el apoyo de Lugo en las últimas elecciones presidenciales, para las que se postuló tres veces, pese a que votó por el juicio político que debilitó a la oposición.