Quien no conoce la fábula del pastorcito mentiroso. Ese inocente niño que, en medio de su monótona tarea de cuidar ovejas, no encontró mejor manera de divertirse que inventar que un lobo estaba atacando al rebaño. El pueblo se armó para defender a los animalitos y también al niño, pero cuando llegaron se encontraron con que era una mentira.
Así se repitió la escena, pero cuando un día llegó el temido lobo a atacar al rebaño, el pedido de auxilio del pastorcito no tuvo respuesta del pueblo quien ya no creía en la palabra del niño...
Algo así es la sensación que tengo con Gerardo Martino. El lunes, la página Ole.com levantó una noticia que decía que Lucas Barrios, el jugador argentino que es compañero de Nelson Haedo en el Borussia Dortmund, estaría siendo apalabrado para nacionalizarse paraguayo, atendiendo a que su madre es paraguaya.
Rápidamente, los medios de comunicación de Argentina y de Paraguay salieron a buscar al jugador, al representante del atleta y al mismo Gerardo Martino, para saber hasta qué punto era verdad el tema. Barrios dijo que no le hablaron, pero dejó abierta la puerta de vestir la casaca albirroja.
El Tata negó rotundamente la posibilidad de nacionalizar a Lucas Barrios y a cualquier otro jugador. “No hay lugar, ni tiempo de nacionalizar a nadie más”, dijo Martino en forma tajante. Pero, déjenme expresar mi duda sobre esto, ya que el Tata también negó rotundamente que estaba en sus planes nacionalizar a Néstor Ortigoza; dijo que lo estaba siguiendo, pero no había contacto alguno.
Sin embargo, Ortigoza había declarado que un miembro del cuerpo técnico de la selección paraguaya le habló de la posibilidad de optar por su nacionalidad guaraní. Mucho se negó el tema y Martino dejó que el tiempo pase y no se toque más el tema en la prensa. Esperó el momento oportuno, y para las 2 últimas fechas de las eliminatorias para Sudáfrica llamó a Néstor Ortigoza.
Entonces, si hoy el entrenador vuelve a negar todo tipo de interés en nacionalizar a Barrios, déjenme dudar de la palabra del Tata. Pero, para ser sinceros, es poco probable que se agregue a un delantero más a la Albirroja ya que ese puesto tiene superpoblación y, de los atacantes que intervinieron en la mayoría de los partidos de este ciclo, alguno quedará al margen.