26 jun. 2025

El Holocausto bajo una mirada pura

El niño con el pijama de rayas

Rebeca González Garcete

rebecagonzalezg@gmail.com

En El niño con el pijama de rayas, Mark Herman presenta otra mirada al Holocausto: la inocente y pura de un niño alemán.

Bruno (Asa Butterfield) vive feliz su vida en Berlín ajeno a la realidad circundante. Todo cambia cuando el padre es promocionado a comandante y debe cumplir sus funciones fuera de la ciudad.

¿Por qué los granjeros visten pijamas de rayas? Es la primera cándida pregunta de Bruno, luego de divisar lo que cree ser una granja no lejos de ahí.

Sus padres responden con evasivas y, claro, le prohíben salir del perímetro del caserón, que más parece un cuartel general.

Sin embargo, el niño se las arregla para explorar la zona.

Así es como Bruno se encuentra con Shmuel (Jack Scanlon), un niño de la “granja”, que viste, efectivamente, un pijama de rayas con un número asignado.

Solo los separa un alambrado de púas. Lo que los une es más grande: la soledad y el deseo de amistad.

Shmuel tampoco entiende mucho de lo que pasa a su alrededor, lo cual es lógico para un niño de ocho años.

Lo que no resulta tan lógico es la ignorancia de la madre de Bruno acerca de los métodos de exterminio de judíos, a cargo de su marido.

Pero, bueno, como vimos en La caída, la secretaria de Hitler tampoco se cuestionaba mucho sobre el accionar de su jefe. Solo que aquí la madre sí cuestiona y se genera una crisis más digna de telenovela.

El filme está basado en un reciente best seller del irlandés John Boyle.

El autor especifica en su libro que la granja es nada menos que Auschwitz. Ese dato no está en el filme, pero ¿qué más da? El humo de las chimeneas ya lo dice todo.

Los precipitados eventos del final llevan a un cambio de punto de vista. De los ojos inocentes de Bruno se pasa a los de sus padres.

Así, toma lugar un horror más universal, uno que hace parafrasear a Sting diciendo que “los alemanes nazis también aman a sus hijos”.

Lo que mejor funciona en el filme son las interpretaciones, aunque también es cierto que, técnicamente, la película es impecable.

Por eso, uno deja pasar alguna que otra inverosimilitud y varios golpes bajos. No vaya a verla esperando otro La vida es bella, porque está lejos de ese filme de Roberto Begnini.

El niño del pijama de rayas se lo toma más en serio y, finalmente, ofrece una mirada de la que es difícil escapar.

FICHA TÉCNICA

El niño con el pijama de rayas

Gran Bretaña-EEUU, 2008

Calificación: * * * (Buena).

Guión y dirección: Mark Herman. Basado en el libro de John Boyne.

Reparto: Asa Butterfield, Jack Scanlon, Vera Farmiga y David Thewlis.

Fotografía: Benoît Delhomme.

Música: James Horner.

Duración: 94 minutos.