TEL AVIV
El Ejército israelí anunció el miércoles que aprobó el marco para una nueva ofensiva en la Franja de Gaza, donde Hamás condenó sus “agresivas” incursiones terrestres en Ciudad de Gaza, la mayor aglomeración urbana en el territorio palestino.
Testigos informaron de intensos ataques aéreos sobre la ciudad, así como de la presencia de tanques israelíes y fuertes explosiones en los barrios de Tal al Hawa y Zeitun, donde el ejército estaba demoliendo casas.
Tras 22 meses de guerra, Israel quiere tomar el control de esta ciudad del norte del territorio y de los campos de refugiados cercanos, una de las zonas más densamente pobladas de la Franja de Gaza.
“DERROTAR” A HAMÁS. Con esta ofensiva busca desmantelar los últimos bastiones de Hamás.
Por orden del gabinete militar del primer ministro Benjamin Netanyahu, el ejército, que actualmente controla tres cuartas partes del territorio, se prepara para lanzar esta nueva fase de sus operaciones con el fin de liberar a todos los rehenes israelíes retenidos en Gaza y “derrotar” a Hamás.
El jefe del Estado Mayor, el teniente general Eyal Zamir, “aprobó el marco principal del plan operativo del ejército en la Franja de Gaza”, según un comunicado militar, que no precisó ninguna fecha.
Según la Defensa Civil de Gaza y fuentes médicas, 45 palestinos, entre ellos varios menores, murieron el miércoles por disparos israelíes.
El anuncio de la aprobación del plan coincide con el anuncio de Hamás de que una delegación del movimiento llegó a El Cairo para mantener “conversaciones preliminares” con responsables egipcios sobre una nueva tregua.
Egipto indicó el martes que estaba trabajando con Catar y Estados Unidos para lograr un alto el fuego de 60 días en la Franja de Gaza, donde la guerra estalló el 7 de octubre de 2023 tras el ataque de Hamás sin precedentes en territorio israelí.
Netanyahu afirmó el domingo que el plan israelí “no tenía como objetivo ocupar Gaza, sino desmilitarizarla”.
El dirigente se enfrenta a una fuerte presión por parte de la opinión pública de su país, conmocionada por la suerte de los 49 rehenes que siguen retenidos en Gaza, 27 de los cuales han muerto según el ejército.
En el extranjero se multiplican los llamamientos para poner fin al sufrimiento de los más de dos millones de habitantes del territorio, amenazados por una “hambruna generalizada”, según la ONU.