“La diplomacia ofrece herramientas para encontrar soluciones. Hay alternativas., no voy a adelantarme a ellas, pero nosotros tenemos posibilidades para seguir trabajando”, expresó el canciller en una entrevista reciente con Última Hora.
Antes, el ministro había anunciado que “pronto” habría noticias del proceso y evolución de un diálogo que empezaron a nivel de técnicos y diplomáticos para presentar un documento anexo al Convenio de Financiación por el que el Paraguay se beneficia con 38 millones de euros para ser administrado por el Ministerio de Educación y Ciencias. El mismo estaba en plena ejecución.
Cancillería trabajó con un grupo de senadores, encabezados por Gustavo Leite, y con los ministros de Educación y de la Niñez y Adolescencia con la intención de ajustar el documento que presentarán a la Delegación Permanente de la UE en Paraguay, representada por el embajador Javier García de Viedma.
Según el senador Leite, las observaciones y aportes de parte de los senadores ya ese encuentran en manos de los técnicos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Entretanto, Diputados retiene el proyecto de ley de derogación, no enviándolo al Senado, que será la Cámara Revisora. De este modo se gana tiempo para buscar un entendimiento con la UE, sobre los términos que elevará la Cancillería en una adenda.
La entrega oficial de dicho documento no se produjo aún hasta ayer.
“Nosotros apreciamos las relaciones con la UE, creemos que la cooperación tiene que ser reenfocada de acuerdo con los valores culturales, morales y fundamentados bajo la Constitución del país y en la cultura de la sociedad paraguaya”, manifestó Ramírez Lezcano. El inconveniente con el Convenio internacional suscripto entre la República del Paraguay y la Unión Europea surgió a impulso de los cartistas, que colocaron como tema de campaña la supuesta pretensión de los europeos de introducir la ideología de género en las escuelas del país. Posición instrumentada además por grupos religiosos que ven ese tema como una amenaza. De nada han servido las numerosas veces en que la UE aclaró que el contenido de la transformación educativa es exclusiva responsabilidad del MEC.