El abogado Luis Villamayor, quien representa a Liz Ali Riveros, madre de la niña cuya custodia está en disputa tanto en Argentina y en nuestro país, explicó que lo inmediato es dejar sin efecto la orden de restitución de la menor que está llena de agujeros legales.
“En el proceso que se le llevó en la Argentina, que terminó en que un juzgado ordene la restitución de la nena, nuestra cliente no tuvo defensa alguna”, refirió Villamayor.
Mencionó además que a su defendida nunca se le notificó la acción promovida por el padre de la menor, o sea que es un caso de nulidad absoluta.
“Cómo puede un juzgado ordenar la restitución de una menor a un padre que tiene dos denuncias por violencia doméstica, una aquí y otra en Argentina”, se pregunta el abogado.
Dijo también que, aparte de eso, el padre solicitó la restitución por su propia admisión (está en el expediente y en la evaluación psicológica) es usuario de sustancias.
“Es una barbaridad, esperemos que el juzgado obre en consecuencias”, sostuvo Vilamayor.
La audiencia de restitución continúa mañana en el Juzgado de la Niñez y la Adolescencia de Luque, a cargo de la magistrada Emilia A. Bolaños, quien fue confirmada para llevar adelante la causa tras su recusación por parte de la madre de la criatura.
Sobre la sentencia de restitución, Liz Ali Riveros imploró que la Justicia paraguaya por lo menos la escuche haciendo uso de sus derechos internacionales de defensa antes de tomar una decisión que atente contra su integridad, ocasionando daños psicológicos a su hija, quien fue testigo presencial de todo lo que acontecía en la República Argentina, sobre los episodios de maltratos.
Además, mencionó que el padre de la menor tiene denuncias tanto en el territorio argentino como en Paraguay por violencia familiar. El juicio por violencia doméstica está en el Juzgado de Paz de Luque.
En la causa, la jueza de Paz Norma Ortiz, de la ciudad de Luque, había ordenado al denunciado F.A.A. la prohibición del acercamiento de Liz Riveros, mientras que un Juzgado argentino, de la ciudad de Resistencia, resolvió la restitución internacional de la menor, a favor de su padre.
Al respecto, la denunciante calificó dicha sentencia como “injusta”, debido a que ella y su hija residieron por varios años en la Argentina, donde sufrieron todo tipo de agresión, según la denuncia. “Vivíamos encerrada con mi hija y vigilada en mi propia casa, filmada con cámaras, no podíamos salir ni a la calle. Fui maltratada por muchos años, de manera psicológica y física. Tengo denuncias por violencia de género en la Argentina y pude escaparme y venir al Paraguay a pedir ayuda a mis familiares, gracias al Consulado”, contó la mujer.