De acuerdo con el informe financiero del 2020, el 60% del total de los gastos obligados de la Municipalidad de Asunción va para servicios personales, que comprende principalmente el pago de salarios a los alrededor de 9.000 funcionarios. En tanto que solo el 8% figura para inversión física, como pavimentaciones, desagües pluviales y mantenimiento de espacios públicos que en un gran porcentaje presenta deterioro progresivo.
El 13% es destinado a servicios no personales, insumos y otros, el 12% en servicio de la deuda pública y 7% en transferencias.
El presupuesto para servicios personales fue de G. 650.641 millones con el 91% de la ejecución mientras que de los G.544.210 millones para inversión física solo se ejecutó el 15%, según el documento.
“Así como disminuye el porcentaje destinado a la inversión física aumenta el componente que tiene que ver con el servicio de la deuda”, indicó el concejal Federico Franco Troche.
Deterioro. Una de las debilidades de la capital es la falta de mantenimiento de sus espacios públicos que se vuelven inaccesibles por la inseguridad y el estado de abandono en que se encuentran.
Observar plazas y parques sin limpieza e iluminación, con mobiliarios destrozados o rapiñados es una constante. La misma situación se da con varios paseos centrales.
En el 2020 con la constante caída de árboles tras los temporales, las vegetaciones seguían por semanas dificultando la circulación de los transeúntes. Ante la consulta a los encargados del área la respuesta es “que no hay suficientes funcionarios” para dichas áreas operativas.
Desde la Junta Municipal habían cuestionado que más de 6.000 funcionarios estén en el área administrativa y solo 3.000 en área operativa como Aseo Urbano y Vialidad, que son las áreas que mayor atención necesitan en la ciudad.
Las calles destrozadas con agua servida y sin las adecuadas señalizaciones también forman parte del habitual paisaje de Asunción.
Movilización. Los funcionarios aglutinados en diferentes sindicatos estuvieron bajo la mirada de la opinión pública ante las movilizaciones realizadas, entre insultos e incidentes en esta semana.
Los sindicalistas exigían que se cumpla la sanción ficta para la ampliación presupuestaria para reajuste del salario mínimo y las bonificaciones.
Durante el segundo día de protesta, ya en el recinto de la Junta Municipal donde los ediles oficialistas no asistieron para evitar tratar el tema y conseguir la promulgación directa, uno de los sindicalistas en medio de la furia golpeó y rompió la puerta de vidrio generándose a él mismo una importante lesión.