Grau expuso que existen unos 149 millones de dólares que están desaparecidos “entre el dinero de bonos, que no se explica a dónde fue a parar, entre el préstamo a corto plazo del año pasado, que fue de 39 millones de dólares, y lo que se le debe a la Diben, al Estado Central y a la Caja de Jubilados, que es de 41 millones de dólares, según el cálculo. En bonos son 69 millones de dólares al cambio de la fecha”.
Mencionó que los presupuestos reflejados en los documentos de Nenecho están “maquillados” y que “el dinero entra y no se sabe a dónde va a parar”, reiterando que aún no se sabe en dónde están los G. 505 mil millones que fueron desviados según dictamen de la Contraloría.
La concejala Paulina Serrano solicitó que la aprobación del dictamen se realizara por medio del voto nominal, pero el concejal Juan Ozorio se opuso a dicho pedido y, en pleno debate, solicitó el cierre de la lista de oradores. Al final, con 8 votos a favor del pedido de Serrano y 10 votos de apoyo a Ozorio, se resolvió que el voto fuera a mano alzada. Tanto Grau como el concejal Humberto Blasco mocionaron por el rechazo del dictamen, pero este finalmente fue aprobado con 14 votos a favor y 5 votos en contra.
Bicicleteo. Blasco, durante su alocución, manifestó que el Municipio no podrá llegar a fin de año sin realizar un nuevo préstamo. “Estamos al día con los acreedores bancarios, pero de aquí a dos o tres meses volveremos a sacar préstamos. Es decir, se soltó la bicicleta. La deuda no es temporal de caja. Los números te lo indican. Es estructural. No se puede manejar el volumen de deuda de corto plazo porque es demasiado grande”, expresó.
Añadió que no hay otra manera de revertir la situación financiera “sin la habilitación de nuevas fuentes de ingresos no tributarias”, y dijo también que existe un 59% del patrimonio municipal que está comprometido. “Con los ingresos corrientes que tenemos, no vamos a poder hacer frente a los vencimientos de deuda de corto plazo”, refirió.
El concejal Félix Ayala, a su vez, defendió la utilidad de la emisión de bonos siempre y cuando se utilicen en obras. Dio ejemplos de los resultados que ofrecieron estos préstamos a lo largo de las últimas administraciones, pero significó que el modelo de gestión actual es deficiente.
Observó el hecho de que la Municipalidad no sea, por ejemplo, accionista de la Essap, a diferencia de la Procuraduría y Ferrocarriles del Paraguay. “Con 80 millones de dólares nosotros solucionamos las cañerías de Asunción. La Municipalidad emite bonos a 20 años. (...) 50 millones de dólares y cambiamos las cañerías de las principales arterias, y cobramos de lo que recauda la Essap”, explicó, sugiriendo que el modelo municipal en la actualidad debe modificarse.
En este sentido, se expresó el concejal Pablo Callizo, quien dijo que “por primera vez después de mucho tiempo”, tanto colorados como liberales y miembros del tercer espacio (PPQ) en la Junta Municipal están de acuerdo en que “el modelo está agotado”. “El intendente (Nenecho) es responsable de esta desastrosa administración. (...) Por eso es que es importante cambiar el modelo de gestión, cambiando la cabeza”, indicó.