Sus primeros pasos como DJ fueron, como él los recuerda, inolvidables.
“Mi primera fiesta fue en un San Juan, como DJ Hombre Polca, con mi amigo Francisco Aquino, quien fue clave para que muchos empezáramos. Después vino una fiesta de 15 en el quincho del Club Olimpia. Estuve toda la noche como DJ, y justo cuando más estábamos disfrutando, ¡alguien desconectó el cable de corriente! Fue épico”.
Por entonces, la música sonaba desde casetes: Dance, rap, rock argentino y latinos, todo lo que estaba de moda en los noventa.
La vocación nació en casa
Su abuela escuchaba música todo el día y él creció rodeado de sonidos.
“De noche, para dormir, poníamos la radio. Esos temazos lentos, esos medios, se me quedaron en el corazón. Detrás de eso, había una pasión que con el tiempo supe que era lo mío: la música como forma de vida”, recuerda con emoción.
Entre los referentes que marcaron su camino, menciona a grandes DJ paraguayos de los 90: Paco Francisco Benítez, Silvio Mattio, Emilio Marín, Ricardo Cuevas (+), Alan Wood, Junior, Fito Cardozo, Nahuel, Walter Land, José Forro Sostoa.
Cada uno, dice, con su propia técnica y selección musical. En tecnología, el pionero fue Cacho Colmán.
Durante estas tres décadas, Pasto fue testigo de la evolución de los formatos y la tecnología: del casete al DAT, del vinilo al minidisc, del cedé al MP3, del pendrive a las computadoras.
“Hoy, uso computadora con el programa Rekordbox y llevo mi música en pendrive o disco duro. Pero cuando se trata de un ‘show remember’, saco mis vinilos con orgullo”, explica.
La escena local y las anécdotas
Sobre la escena electrónica en Paraguay, afirma que está viviendo un gran momento. “Creció muchísimo. Hoy hay boliches, eventos grandes y chicos, y un público increíble. Hay muchos DJ jóvenes que admiro. La escena tiene fuerza y futuro”.
Uno de los momentos más importantes de su carrera fue abrir el primer festival de música electrónica comercial en Paraguay: Red Sound, con la visita de Benny Benassi, en el Yacht y Golf Club. “Fue una locura. Una experiencia inolvidable”.
También acumula anécdotas divertidas. “Una vez armamos todo el equipo en un cumpleaños de 15, ¡pero era en otra casa! Tuvimos que desarmar y correr dos cuadras. Otra vez, nos instalamos en un club, montamos la consola, y un amigo me llama para avisarme que estábamos en el club equivocado. ¡Nos queríamos morir!”, recordó entre risas.
A lo largo del tiempo, Pasto exploró distintos estilos musicales. “Me encanta The Cure, pero escucho de todo. Cada estilo enseña algo: ritmos, armonías, emociones. Cada productor le pone su sello a un tema, y eso me fascina”, afirma.
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Con 30 años encima, la pasión sigue intacta. “Es amor puro a la música. Si alguna vez esa pasión se apaga, será momento de dar un paso al costado. Pero por ahora, sigo con más ganas que nunca”, asegura. El público, dice, también cambió. “Antes la gente estaba en la pista, conectada con la música. Hoy muchos están más pendientes del celular. Pero la energía sigue ahí, y cuando la conexión se da, es mágica”, señala.
Pasto In Da House
Actualmente, el exitoso DJ dirige Pasto Entertainment Group, una empresa enfocada en eventos sociales y corporativos. “Tenemos varios proyectos en camino, muchas ideas por concretar. Esto no termina. Solo se transforma”, cuenta.
En una de las preguntas divertidas de la nota, consultamos con qué canción define su carrera y sin dudar elige Don’t Stop the Music de Raff. “No detengas la música... y seguí, seguí, seguí. Esa frase define mi vida entera”, canta.
Finalmente, deja un mensaje para quienes lo siguen desde siempre y para los que recién lo descubren: “Que en su vida nunca falte la música. Que esté presente en los momentos buenos y en los difíciles. Gracias por acompañarme todos estos años”, dice y se despide con “Pasto In Da House, baby”.