El proyecto de modificación del reglamento fue presentado por el mismo presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Alliana, apenas ayer, aprovechando que sería su última sesión como titular, y apurando su tratamiento y aprobación, que fue prioridad en la extraordinaria.
Recientemente, dieron positivo al Covid Norma Camacho, Celso Kennedy, Jazmín Narváez, Nano Galaverna, Erico Galeano, entre otros.
El cartista Tadeo Rojas explicó que la virtualidad será hasta diciembre tanto para sesiones como reuniones de comisiones, teniendo en cuenta los casos tanto en parlamentarios como en funcionarios.
El liberal Manuel Trinidad pidió su aplazamiento para estudiar el proyecto en comisiones, pero no tuvo votos.
El liberal Antonio Buzarquis señaló que tratar el proyecto era ilegal, ya que el reglamento indica que una modificación no puede ser considerada en la misma sesión en la que fue presentada. Solicitó dejar la propuesta a la nueva mesa directiva.
Tadeo Rojas respondió que el proyecto tuvo entrada en la ordinaria y que se estaba tratando en la extraordinaria, por lo que ese requisito fue salvado. Sin embargo, estaba previsto que el documento sea tratado en la misma ordinaria según el orden del día.
El pleno se convirtió en comisión para dar dictamen.
El liberal Enrique Mineur defendió el proyecto apuntando que no hay nada sesgado y que el único objetivo es que los colegas con problemas respiratorios puedan participar de forma virtual.
El también liberal Eusebio Alvarenga consideró llamativo que se presente momentos antes del inicio de la sesión y encima en una etapa de transición de la mesa directiva.
El diputado del Partido Patria Querida (PPQ), Sebastián García, acusó que el único objetivo para volver a sesionar de forma virtual es simplemente no acudir a las sesiones, volver a encender las cámaras solo cuando hay interés en un tema o participar desde sus camionetas, incluso aprovechar para asistir a las campañas políticas en horario de sesión.
Dejemos de ser hipócritas con la virtualidad; no queremos venir a la Cámara pero sí a las campañas políticas.
Édgar Acosta,
diputado del PLRA.
El argumento cae por su propio peso porque no tenemos ningún dato epidemiológico. Quieren un nuevo privilegio.
Kattya González,
diputada del PEN.