En medio del ruido de las internas coloradas y de la intensa campaña electoral por los comicios generales del 2023, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, firmó el Decreto 7166, con fecha 2 de junio, para designar a Juan Gabriel Añazco Vera, para “prestar servicios en el Consulado General de la República del Paraguay en la ciudad de Buenos Aires, con categoría D 30”.
Este rubro corresponde al rango de un ministro, dentro del escalafón diplomático, que es de USD 7.641. A esta suma se agrega el rubro de alquiler de residencia, que para Buenos Aires es de USD 2.800, para la categoría mencionada, según la Resolución Nº 54 del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) del 31 de enero de 2022, que establece la escala de alquileres de residencias.
Añazco fija residencia en La Plata, según fuentes coloradas, y es miembro de la Junta de Gobierno, como convencional por el exterior, representando a la colectividad paraguaya en Buenos Aires, donde existen 13 seccionales coloradas. “Tiene vida partidaria activa”, refirió un militante de la Asociación Nacional Republicana, Partido Colorado, en el vecino país.
En una reciente visita privada a Buenos Aires de Hugo Velázquez, vicepresidente de la República y precandidato a la presidencia, este presentó a Añazco como futuro cónsul general en esta ciudad.
Por ahora, ya fue designado como funcionario en dicha representación consular, que cuenta con dos sedes la A y la B y un total de 26 funcionarios de Cancillería.
En el mismo decreto por el que se designa a Añazco, se dieron por terminadas las funciones de Juan Antonio Aranda, otro político, apadrinado por el senador Juan Carlos Galaverna, que inicialmente había estado en el Consulado General de Buenos Aires, y luego fue nombrado cónsul del Paraguay en la ciudad de La Plata, de donde fue destituido. En su reemplazo, fue designado Pedro Farías Pérez, quien tampoco es diplomático.
Ambos casos generan crispación en las sedes consulares mencionadas, particularmente entre los funcionarios de la carrera diplomática.
NUEVO CÓNSUL. Otro ejemplo de cómo se utiliza el servicio exterior en términos de premio y castigo es el nombramiento del presidente de la seccional de Yaguarón, Inocencio Cuevas Ruiz Díaz, como cónsul del Paraguay en la ciudad de Guaíra, Brasil, con igual categoría D 30, asignada a Añazco. Cuevas había sido candidato a intendente de Yaguarón, en octubre del 2021, pero perdió.
En el último tramo de su gestión como ministro de Relaciones Exteriores, Euclides Acevedo también apoyó la designación de su secretaria privada, Zoraya Alas Candia, como funcionaria en la Representación Permanente de Paraguay ante la Organización d Estados Americanos (OEA), en Washington, con categoría D 30.
Es decir, el salario que percibirá es igual a los de Cuevas y de Añazco. Lo que varía es el rubro de alquiler de residencia que para Washington es de USD 4.000, conforme a la categoría.
LA LEY. Estos temas fueron los que minaron el debate de proyecto de ley sobre el Servicio Diplomático, Administrativo y Técnico que busca, entre otros aspectos, formalizar situaciones que se dan de hecho, como la designación de personas ajenas a la carrera diplomática, en el cargo de cónsul, como es el caso de Cuevas.
La Ley vigente, Nº 1335/99, lo prohíbe, pero no se ha respetado en la práctica. Todos los gobiernos de turno la han ignorado.
De aprobarse la nueva ley, se blanqueará el tema, estableciendo un tope del 20% para designaciones de cónsules políticos.
7.641 USD percibirán Cuevas y Añazco, nombrados con salarios equivalentes a la categoría diplomática de RREE.