De acuerdo con la fuente que accedió la corresponsalía de Última Hora, al menos 80 familias creyeron haber hecho el negocio de sus vidas para hacer realidad el sueño de la casa propia. Sin embargo, la historia se convertiría en una verdadera pesadilla para los afectados, ya que hasta hoy no pueden conseguir la trasferencia de los departamentos que compraron. Mientras el agente inmobiliario se habría declarado insolvente para terminar con el proyecto.
Se trata del proyecto denominado “Vista Lago”, emprendimiento desarrollado por Norwich SA, una empresa familiar liderado por el empresario argentino Luis Ramón Darnay, quien es el presidente de la firma. Mientras que la sociedad anónima está integrada por su esposa e hijos.
Los Darnay desembarcaron en Paraguay para el desarrollo inmobiliario; sin embargo, uno de esos proyectos en Encarnación está atravesando por un grave problema y los compradores no pueden lograr la transferencia de los departamentos por el cual pagaron millonarias sumas.
El problema radica en que los departamentos no pueden ser transferidos a los legítimos compradores, porque el emprendimiento no está concluido y no puede obtener la aprobación de obra terminada por parte de la municipalidad de Encarnación, y en consecuencia no puede hacer la “Propiedad Horizontal” para transferir a cada propietario su departamento.
Al respecto, en una reunión telemática el empresario habría dicho a los compradores que el negocio no salió bien y que él se declara insolvente, que Norwich SA ya no tiene recursos para continuar y finalizar la obra.
Las ventas se hicieron al pozo desde 2018 y hasta hoy no pudieron finalizar el proyecto. El edificio consta de 80 departamentos, cuyos costos rondan entre los USD 60.000 y USD 90.000 cada uno y fueron vendidos en su totalidad.
Este proyecto inmobiliario recaudó nada menos que USD 6,5 millones, según revelaron fuentes a esta corresponsalía. Empero, no fue terminado y hoy los legítimos compradores denuncian haber sido engañados y estafados en su buena fe.
Los afectados son emprendedores, empresarios, profesionales independientes de Encarnación y extranjeros. Lo más grave del caso es que el edificio esta inconcluso; los departamentos fueron entregados a los dueños sin las terminaciones y el amueblamiento correspondiente. Ante la total incertidumbre, varios de los compradores han decidido ir a vivir en el edificio a pesar de que no esté terminado y tampoco tenga la habilitación municipal.
El proyecto inmobiliario tiene a varios proveedores de materiales reclamando judicialmente deudas impagas y a trabajadores de la obra reclamando pago de sus haberes. La deuda con ellos rondaría los USD 200.000 dólares, suma que se podría duplicar o triplicar en instancias judiciales.
