Cercanos del diputado cartista Tomás Rivas se encuentran presionando para que se retire la denuncia contra el presidente de la Cámara Baja, el abdista Miguel Cuevas, según reveló Carlos Acosta.
El poblador de la ciudad de Ybycuí denunció por producción de documentos no auténticos a Cuevas porque supuestamente le hizo figurar en órdenes de trabajo como chofer de un tractor en desuso desde 2011, perteneciente a la Escuela Agrícola, cuando en realidad el trabajador había dejado el cargo en 2007 por problemas de salud.
Acosta comentó en contacto con Última Hora que Jorge Giménez, secretario de Rivas, lo llamó para ofrecerle un abogado que le acompañe hasta la Fiscalía en Asunción para presentar un documento, donde se desdiga de sus acusaciones.
No obstante, el chofer indicó que no podía borrar sus declaraciones ni contradecirlas porque incluso ya se había ratificado y también presentado un certificado médico que avalaba su enfermedad. Mencionó que recibió repetidas llamadas a través de las cuales le insistían en el pedido y que hasta le ofrecieron dinero.
“Después me llamó de nuevo, muy seguido, y le dije que vaya a mi casa para hablar, pero ante la prensa, sobre la propuesta, y ahí me dejaron. Hay gente seguidora de Cuevas muy enojada conmigo”, expresó.
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Recordó que fueron 94 talonarios los que presuntamente Cuevas, cuando era gobernador de Paraguarí, hizo figurar a su nombre para retirar combustible.
Si bien están en movimientos opositores dentro de la Asociación Nacional Republicana (ANR), ambos diputados y ex gobernadores estarían conversando para tejer alianzas que les permitan librarse de las investigaciones que tiene en su contra. Rivas opera en favor de Cuevas para recibir beneficio a cambio.
Ezequiel Cáceres, concejal de Ybycuí, manifestó que se está gestando una alianza dentro del departamento para que los dos legisladores salgan airosos de las causas. “Rivas está coqueteando con Añetete”, señaló.
Combustible. El titular de Diputados afronta una investigación, aunque no como imputado, por enriquecimiento ilícito y lesión de confianza por supuestas irregularidades durante su gestión como gobernador de Paraguarí (2013-2017). Cáceres había denunciado que Cuevas incurrió en el año 2016 en una malversación de G. 1.200 millones en concepto de combustibles, emitiendo órdenes de trabajo para vehículos en desuso, guardados en un depósito.
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Caseros de oro. Mientras que Rivas está imputado por hacer figurar a tres empleados particulares suyos como funcionarios de la Cámara de Diputados, pese a que no prestaban ningún servicio al Estado. El legislador apeló el pedido de desafuero realizado por un juez a la Cámara Baja, y al mismo tiempo los abogados de los caseros presentaron distintos incidentes.
El caso, que es similar al que afrontó José María Ibáñez, quien renunció, quedó congelado, ya que Rivas logró frenar su desafuero con chicanas jurídicas.