El reporte brindado por el gerente de Economía, Felipe González Soley, destaca que en el séptimo mes del año se registró un superávit operativo de G. 1 billón 700.000 millones (0,5% del PIB), equivalente a USD 224 millones.
Entretanto el déficit anualizado fue de 3,3% del PIB situándose en torno a los mínimos registrados en los últimos 12 meses. Esto es explicado, en mayor medida, por el sólido desempeño de los ingresos tributarios en el transcurso del año.
Los ingresos tributarios a julio registraron un aumento del 23,5%, mientras que los gastos aumentaron en 13,1%, explicado en gran parte por un mayor gasto en medicamentos, por el aumento de las remuneraciones en los sectores estratégicos (MEC, MSPBS y FFPP), y el pago de intereses de la deuda pública.
Ingresos. En el mes de julio, se registró un crecimiento acumulado del 20,0% del ingreso total, debido principalmente por el aumento de los ingresos tributarios, mientras que los ingresos de las binacionales también registró un aumento de 32,7% tras el pago de Argentina al Tesoro Público por la venta del excedente de energía de Yacyretá
Gastos. El informe detalla que los salarios en un 51% es financiado con ingresos tributarios, con lo cual se sigue manteniendo por debajo del mínimo histórico.
González señaló que de enero a julio, la inversión pública muestra un crecimiento, en tanto que en el acumulado este llega al 33,8% de ejecución del Presupuesto General de la Nación (PGN),
Desde el MEF se reafirman en que el déficit anualizado continúa evolucionando conforme a lo previsto en el plan de convergencia fiscal.
En ese sentido, el déficit fiscal ordinario, que excluye los USD 600 millones por deudas de Salud y MOPC, se encuentra en el 2,11%, de acuerdo a las explicaciones de los técnicos.