Las imponentes dunas fueron declaradas como patrimonio natural de la comunidad de San Cosme y Damián, atendiendo el alto riesgo de desaparición de este recurso, considerado como uno de los destinos turísticos más solicitados del país.
El proyecto de declaración de patrimonio natural, presentado por el concejal municipal David Flores, fue aprobado por el pleno del cuerpo legislativo, considerando la importancia del planteo realizado y el objetivo del planteamiento.
Flores señaló que el trasfondo real de esta declaración es la preocupación de todos los sancosmeños ante la latente amenaza de desaparición que sufre este paradisiaco recurso turístico. En ese sentido, cabe señalar que las dunas de San Cosme y San Damián registran la desaparición paulatina de su superficie, debido a los fuertes vientos y oleajes que se generan en el caudaloso río Paraná.
Ante esta situación y considerando que es la atracción principal de las personas que visitan la comunidad, los concejales municipales de San Cosme y Damián las declararon patrimonio natural.
Las dunas, según la Senatur, es uno de los destinos turísticos más requeridos de nuestro país; por ende, es la principal generadora de recursos para comercios y lugares de alojamiento existentes en la comunidad, entre ellas, las posadas turísticas.
ATRACTIVOS. Según datos de la Secretaría de Turismo de este Municipio, el 70% de los turistas que llegan a San Cosme y Damián, lo hacen atraídos por conocer este fenómeno natural, que se convierte en la mayor atracción turística de esta comunidad.
La declaración de patrimonio natural por parte de la Junta Municipal tiene como objetivo fundamental la preservación de este recurso, que se ve seriamente amenazado por las constantes erosiones que está sufriendo a causa de los grandes oleajes de las aguas del río Paraná.
“El sueño para nosotros los sancosmeños es que no se pierda eso; por eso declaramos como patrimonio natural y solicitamos que se realicen los trabajos necesarios para poder preservar el espacio, porque es uno de los atractivos que dan sustento a mucha gente de la ciudad”, señaló el concejal.
Según los lugareños, las dunas tenían originalmente unas 74 hectáreas de superficie, de las cuales hoy en día solo quedan unas cuatro hectáreas, que cada vez se ven más amenazadas por la erosión del viento y las oleadas del río.
Ante esta situación, tanto autoridades como pobladores vienen pidiendo desde hace tiempo la intervención de parte de Yacyretá, a fin de que este fenómeno turístico sea salvado y preservado.