Según Espinosa, el arte ofrece muchas satisfacciones, no solo el gusto de la obra terminada, sino también la catarsis, una descarga de sentimientos que el artista vierte en su obra y trata de transmitir al público.
“El humor gráfico, esa disciplina que no siempre es vista como artística, me sirvió para exteriorizar ocurrencias e ideas, agregando un resultado final… la risa del espectador”, manifestó.
Señaló que los primeros chistes de las cartas nacen de disparates y ocurrencias salidas sobre noticias y personajes nacionales, de situaciones que se encontraba tanto en la calle como en las redes sociales, y de conversaciones absolutamente faltas de seriedad que mantenía con su familia y con su padre, con quien no solo comparten sangre, sino también el gusto por las historietas, literatura y arte.
“’Dibujá nomás ya’, siempre me solía decir. Consejo que era una invitación para plasmar ese humor en dibujos y compartir ese disparate con más gente”, recordó.
Manifestó que en nuestro país sobran motivos para llorar o reír, y a veces ambos al mismo tiempo, por lo que estos chistes son una selección de aquellos que tocan más la paraguayidad, de esa microidiosincrasia nuestra, más allá de los estereotipos y marcantes. “Al crear estos chistes, mi única intención era que la gente se riera. Los dibujaba y los subía a mis redes sin ninguna intención económica y sin otra pretensión más que causar gracias”, explica.
Y agrega que “es entonces cuando una amiga y editora, me presenta a la gestora literaria y cultural Celeste Galeano y ella me plantea una idea que nunca se me había ocurrido: llevar estos chistes a un material impreso”.
Refirió que el formato de tarjeta responde a la intención de que fuera un material fácil de llevar o regalar, como un “humor de bolsillo”, pequeñas tarjetas cada una con chistes de su autoría, algunos ya publicados y otros inéditos.
El material resultante fue una cajita con 21 cartas, al precio de G. 20.000, con el nombre de ¿De qué piko lo que vo’ te reís?, que fue presentado el pasado 17 de febrero en el Centro de Experiencias Turísticas de la Senatur en San Bernardino y actual punto de venta.
También puede encontrarse en el Centro Cultural Punto Divertido (Alberto de Sousa 5149 casi Charles de Gaulle) y en las libroferias Capel (Centro Convenciones Mariscal López) y Chacú-Guaraní (Hotel Excelsior), ambas desarrollándose actualmente.