“Hoy por ejemplo no vendí absolutamente nada, no sé por qué, no era así”, dijo en la ciudad de Curuguaty Dionisio Benítez, vendedor de helados desde hace 18 años. El trabajador, quien debe recorrer las calles con un carrito de helados, dijo que la tendencia se mantiene desde hace una semana atrás, con ventas casi totalmente nulas.
“No sabemos luego qué va a pasar, y de por ahí si llega a parar totalmente será mucho peor”, insistió, al tiempo de asegurar que su temor es mucho mayor que al coronavirus, a no poder llevar el sustento para sus nueve hijos por la poca venta debido al nulo tránsito por las calles de la ciudad, luego del decreto presidencial que restringe todo, según dijo. Aseguró que aún no se inscribió para recibir la ayuda anunciada por el Gobierno Nacional, aclarando que ni en conocimiento está del tema, y lo peor, que ni cuenta con teléfono para inscribirse.
En tanto, Julio Troche, antiguo vendedor de chipa de Curuguaty, dijo que ya no hay ventas últimamente, que debe recorrer mucho más que antes para ofrecer su producto. “Si tenés suerte, de mañana vendés, pero de tarde ya no hay nada”, manifestó. EC