Pero una iniciativa del Centro de Estudiantes de Derecho (Ceduna) logró que el consejo directivo de esa casa de estudios declare “de interés académico” la campaña de recolección de firmas para presentar dos proyectos de ley –de un grupo de ciudadanos– al Congreso.
La iniciativa prevé dar cinco horas a cada alumno de Derecho, Notariado (o egresados) por juntar 30 firmas de distintas personas que figuren en el padrón electoral. Óscar Llanes, director de Extensión Universitaria de la institución, desacredita la validez de esta actividad. “Eso no corresponde a extensión universitaria, en absoluto. Lo máximo que se da es de tres horas”, cuestionó. Nicolás Prono, presidente del Ceduna, explicó que ellos recurrieron al consejo de la facultad porque él –como otros alumnos– recibe “muchas trabas” por parte del director de Extensión. “La finalidad de la extensión es poner al estudiante en un rol protagónico y que interactúe afuera con la sociedad”, dijo e indicó que cada uno explicará a los firmantes el contenido y alcance de los proyectos en cuestión.