William Miranda Samaniego (10), se ahogó aproximadamente a las 13.45 de este miércoles en su vivienda ubicada en Panchito López, distrito de Yabebyry, en el departamento de Misiones.
Según informó el corresponsal de ÚH, Graviel Benítez, el menor cayó al agua en el patio trasero de su vivienda. Toda la familia preparaba sus pertenencias para evacuar.
Uno de los primos del niño se percató del hecho y corrió para darle aviso a la madre, quien lo sacó y pidió auxilio. Una enfermera intentó reanimarlo pero no se pudo hacer nada más.
El cuerpo está en el Centro de Salud de Yabebyry y se aguarda la llegada de la comitiva fiscal.
Luis Fernando Maidana fue la primera víctima fatal de las inundaciones. El hombre se electrocutó el pasado lunes cuando cambiaba una lámpara en su vivienda ubicada en el barrio Tacumbú de Asunción.
Panchito López es una de las zonas ribereñas más afectadas en Yabebyry por la crecida del río Paraná. Hasta el momento, 50 familias fueron asistidas, llevadas a zonas altas del distrito.
Sin ayuda del Estado
Los pobladores denunciaron que hasta el momento la única ayuda que recibieron de las autoridades son algunos medicamentos donados por la autoridades de la Región Sanitaria.
El corresponsal informó que es el médico de la zona, el doctor Ignacio Brizuela, quien llevó el cuerpo del niño hasta el Centro de Salud en su vehículo particular.
Hasta el momento, la Gobernación no cumplió con la entrega de una lancha para la asistencia médica en la zona, tal como lo había solicitado el profesional.
Tras las intensas lluvias registradas en las últimas semanas se registró el crecimiento de los ríos Paraná, Paraguay y parte del Pilcomayo. La Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) asistió hasta la fecha a más de 30 mil familias en todo el país.
El cauce que más preocupa es el Paraná por su tremendo caudal. Ñeembucú y Misiones fueron los departamentos con consecuencias más críticas por su crecida. Para los próximos días, se espera que el nivel del agua siga ascendiendo.
Óscar Rodríguez, de la Dirección de Hidrología, manifestó que el Paraná tiene un cauce hídrico muy complejo debido a las represas instaladas en su afluente; dos de ellas de gran envergadura como las de Itaipú y Yacyretá, y otras dentro del territorio brasileño.
Indicó que ese hecho hace difícil la predicción de su comportamiento al estar controlado por las centrales hidroeléctricas que de acuerdo a sus necesidades abren o cierran sus compuertas.