22 jul. 2025

Corte prémium para unos pocos: Critican Paraguay paralelo de ANR

Declaraciones de legisladores colorados, calificadas de elitistas, generan indignación por la abierta desconexión con el pueblo. Varios sectores sostienen que el Gobierno alienta privilegios.

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El senador Luis Pettengill, de la disidencia, y la diputada Rocío Abed, del oficialismo, ambos del Partido Colorado quedaron en el ojo de la tormenta por declaraciones que fueron cuestionadas por demostrar la desconexión con la realidad ciudadana.
Referentes de la oposición y de varios sectores sociales manifestaron su indignación.

El senador Pettengill, quien proviene del sector de la carne, alegó que el pueblo puede acceder a cortes como el puchero, ante cuestionamientos sobre los precios.

“La economía está bien porque la gente compra café de especialidad y cheesecake”, refirió por su parte la diputada Abed, y las reacciones no se hicieron esperar.

El politólogo y sociólogo Carlos Aníbal Peris Castiglioni explica sobre lo que representa hoy el Partido Colorado, que a su criterio esta lejos de sus raíces republicanas y sociales.

“El Partido Colorado abandonó hace tiempo su ideología para transformarse en una maquinaria pragmática de poder”, señala y posiciona también a este tipo de discurso en un contexto regional, donde otros grupos de derecha o posicionados contra minorías toman poder.

La senadora Esperanza Martínez, del Frente Guasu, indicó que la frase sobre la carne de su colega Pettengill y la diputada Abed no fueron des-lices, sino la expresión cruda de un pensamiento de clase.

“Ellos piensan que hay dos Paraguay. Un Paraguay de privilegio, un Paraguay para la gente que puede comer carne de primera, que puede pasearse en autos de lujo, que puede comer un cheesecake, que puede irse al shopping, que puede viajar, que puede tener una vida suntuosa, privilegiada, y el resto que se arregle como pueda” señaló.

La opositora fue clara al señalar al partido del gobierno con la estigmatización de la pobreza y de no desarrollar políticas públicas sociales que generen igualdad de posibilidades. Agregó que Pettengill, “ve a la pobreza desde el vidrio de su auto”.

Desde el propio Partido Colorado, la senadora Lilian Samaniego se manifestó ante lo dicho por Pettengill.

“Tengo que decir que fueron desacertadas sus declaraciones. Él, si bien es una persona de solvencia económica a través de sus gestiones de empresario, representa un sector de la sociedad paraguaya al ser senador. Y como tal, ya tiene que legislar, actuar para todos los paraguayos, todos los estratos”, refirió.

Samaniego considera que su colega hace alusión a un Paraguay paralelo. “Con estas declaraciones, demuestra lo distante que está de la realidad paraguaya y de lo que espera el ciudadano paraguayo en particular”, consideró.

mundo paralelo. La diputada Rocío Abed también se ganó el repudio público tras justificar el estado económico nacional afirmando: “La economía está bien porque la gente compra café de especialidad y cheesecake.”

Una vez más, desde el sector salud se alzaron las voces críticas, como Rossana González, médica del sector público y referente de Sindicato de Médicos (Sinamed).

“Las personas que hoy forman parte de las cámaras de Diputados y Senadores viven en un Paraguay paralelo. No es la realidad de las personas que están ganando el salario mínimo ni inclusive para los profesionales universitarios”, indicó, y describió un panorama desolador.

“Los médicos también estamos sorteando el día a día para pagar el combustible, para llegar a los lugares de trabajo. También es difícil el acceso a la carne, a una alimentación saludable. Las frutas, verduras, todo lo que significa una alimentación saludable es de difícil acceso”, sostuvo. Criticó directamente la idea de medir la economía con base en lujos ocasionales. “Cuando la diputada se refiere a que la economía se mide en la posibilidad de comprar una taza de café o un dulce, está muy equivocada. Eso se mide en el día a día, en la posibilidad de pagar la casa, los alimentos básicos y el acceso a la salud”, increpó la doctora.

En una comparación lapidaria señaló: “Decir que el pueblo tiene que contentarse con carne de tercera es como decir que la salud prémium no es para todo el pueblo. Y es lo que el pueblo hoy siente; no se dan cuenta que ellos viven en el país de las maravillas”.

Desde la clase obrera también llegó un mensaje claro. Gerardo Giménez, presidente de la Federación de Trabajadores del Transporte, refirió que “este es el reflejo del Gobierno que tenemos: El más miserable de todos los tiempos. Y acá se nota que cualquiera puede estar en el Parlamento, que no hace falta estar preparado profesionalmente, con tan solo responder a sus amos.”, sostuvo.

Giménez calificó a los legisladores como “traidores de su pueblo”, y añadió que “se olvidaron de dónde salieron. Es una vergüenza que no piensan por su pueblo.”

Marcial Gómez en representación de la Federación Nacional Campesina también se indignó a la lista de los indignados. “Ha’ekuéra oconsiderá al pueblo como gente de tercera categoría“ y creen que el pueblo “solo se merece puchero de última categoría”.

Lejos de la ideología. El sociólogo y politólogo Carlos Peris contextualiza estas declaraciones dentro de un fenómeno más amplio: El vaciamiento ideológico del Partido Colorado.

“Estos partidos políticos, como la ANR, son partidos que durante mucho tiempo ostentaron el poder e hicieron un ejercicio de mantenerse en el poder. Entonces, son partidos que dejaron de ser representantes ideológicos”, fue su evaluación.

Según Peris, figuras históricas como Bernardino Caballero o José Decoud ya no son referentes de principios, sino “símbolos de museo”.

También explicó que esta transformación no es solo paraguaya. “Lo que hoy es el discurso elitista, violento, polarizante de representantes del partido es, en gran medida, por el ascenso de ese tipo de grupos en todo el mundo. Nada es una isla. Lo mismo pasa con Milei en Argentina, Kast en Chile, Bolsonaro en Brasil, Trump en Estados Unidos, Meloni en Italia”, citó.

Remarcó que la retórica actual responde a un momento de pospandemia y posverdad, donde los discursos de privilegio encuentran eco. “Se está dando cabida a gente que antes no se la escuchaba. Es un síntoma de época”, agregó. “La indignación no surgió solo por las frases, sino por lo que representan.

Cuando un senador justifica la desigualdad alimentaria, una diputada mide la economía con base en dulces caros y otros representantes callan o repiten, la desconexión se vuelve insostenible”, acotó.

El Partido Colorado abandonó hace tiempo su ideología para transformarse en una maquinaria pragmática de poder. Carlos Aníbal Peris Castiglioni, politólogo.
Decir que el pueblo tiene que contentarse con carne de tercera es como decir que la salud prémium no es para todo el pueblo. Dra. Rossana González, Sinamed.
Este es el reflejo del Gobierno que tenemos; el más miserable de todos los tiempos. Y acá se nota que cualquiera puede estar en el Parlamento. Gerardo Giménez, Fetrat.
Ha’ekuera (ellos) oconsiderá al pueblo, a los trabajadores como gente de tercera categoría. Marcial Gómez, federación Campesina.

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