09 ago. 2025

Construyendo confianza

Yan Speranza, presidente del Club de Ejecutivos del Paraguay.

La confianza es un elemento central en cualquier relación y es lo que permite efectivamente poder construir proyectos importantes.

En nuestras relaciones personales es la clave ya sea para sentar los cimientos de una familia estable o crear organizaciones que prosperen.

A nivel de la sociedad en su conjunto, es una parte esencial de eso que conocemos como el capital social o la capacidad de las sociedades de trabajar en forma asociativa para enfrentar y superar los problemas del desarrollo.

Cuando los niveles de desconfianza aumentan de manera ostensible, todo se vuelve más denso y complicado. Se debilitan los lazos sociales como así también las instituciones. Y pareciera que todos estamos a la defensiva, buscando siempre los “oscuros intereses” que están detrás de cualquier iniciativa.

Todo esto es tremendamente disfuncional para el desarrollo y la energía social se pierde en interminables búsquedas de todo tipo de teorías conspiraticias para intentar frenar todo aquello en lo que no se confía.

En nuestro caso en particular en el Paraguay, esta situación actual de mucha desconfianza es precisamente el resultado de sistemáticos esquemas de corrupción e ineficiencia –tanto públicos como privados– que han dominado una buena parte de nuestra sociedad por muchas décadas.

En dicho contexto es perfectamente natural que no podamos confiar en casi ninguna iniciativa, por buena que parezca la misma en su planteamiento inicial y promesa de valor.

Pero si continuamos en dicha línea, nos quedaremos estancados y atrapados en una suerte de inamovilidad sumamente perjudicial para todos.

Entonces, ¿cómo construimos confianza? y empezamos deliberadamente a romper este círculo vicioso que nos impide aprovechar mejor las oportunidades para un verdadero desarrollo.

Lo haremos al aumentar significativamente los niveles de transparencia y control, al disminuir la discrecionalidad en la toma de decisiones y al esforzarnos por mantener altos niveles de coherencia –tanto en el discurso como en la práctica–, y generando espacios de participación más amplios, además de procurar mejores articulaciones para un trabajo conjunto y asociativo. Estas son algunas claves para avanzar en el camino correcto.

Hoy en día la tecnología disponible nos puede dar una gran mano en todo el tema de la transparencia y la trazabilidad de casi todo y debemos utilizar masivamente los recursos tecnológicos. Monitoreos constantes y rendiciones de cuentas sistemáticas sin dudas irán generando mejores niveles de confianza en las instituciones.

De manera a ir reduciendo los esquemas de alta discrecionalidad en la toma de decisiones debemos avanzar hacia nuevos modelos de participación público-privada, como de hecho ya existen algunas interesantes experiencias en nuestro país.

Vale la pena estudiar más profundamente los puntos positivos y también las limitaciones de modelos bastante exitosos como el Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI) o el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), que tienen precisamente una composición público-privada.

Estos modelos mixtos también pueden ayudar mucho a mejorar la articulación de esfuerzos y aumentar los impactos de los programas e iniciativas en un marco de control mutuo y acción conjunta.

La coherencia de los principales tomadores de decisión juega un papel central en la construcción de confianza y es un rol que los líderes deben asumir con mucha responsabilidad y coraje. Las señales adecuadas en este sentido, ya sea premiando o castigando determinadas conductas, tienen un enorme efecto educativo a nivel social.

Claramente esta suerte de desconfianza generalizada pareciera ser un fenómeno global que merece algunos análisis más profundos. Pero a partir de algunas de las ideas mencionadas, los líderes de los diferentes sectores debemos hacer un esfuerzo deliberado por construir confianza de manera cotidiana y continuada. Es, sin dudas, una condición clave y altamente necesaria para nuestro desarrollo.