Es que el Poder Ejecutivo está impulsando su plan de reactivación económica, que incluye más préstamos, en principio USD 350 millones.
En el Senado en este momento no hay un escenario favorable para las pretensiones de Mario Abdo Benítez.
Los abdistas consideran un peligro que la luguista presida una de las comisiones más peleadas, luego de la titularidad del Congreso, sobre todo porque su sector es más afín a promover los impuestos como una salida para generar más recursos.
El principal líder del Frente Guasu, Fernando Lugo, también ocupa un espacio dentro de la mesa directiva, como vicepresidente primero de la Cámara Alta.
La renovación de autoridades en el Senado fue una de las más reñidas este año, y prácticamente fragmentó a los partidos tradicionales, a los que les cuesta unificar sus bancadas y cada vez se dividen más.
Dentro del movimiento Colorado Añetete hubo más de un candidato interesado en manejar las riendas del Congreso. Silvio Ovelar es quien habría tenido la bendición de Marito, pero no aseguró los votos y no pudo conservar la presidencia de Hacienda. Salomón consiguió los números para la presidencia aliándose a una mayoría opositora.
Enrique Bacchetta también aspiraba el cargo, pero el mandatario le bajó el pulgar y en señal de protesta fue más allá de los cuestionamientos contra los ministros de Educación, Eduardo Petta, y de Salud, Julio Mazzoleni, pidiendo sus cabezas. Lo dejaron fuera de la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos, y en medio del desbande dentro de la bancada abdista, decidió renunciar al liderazgo, aunque por el momento sigue formando parte del sector.
Todavía le queda el consuelo de ser el representante del Senado ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), en donde está como presidente.
Al llanismo también le cuesta estar en la llanura, luego de que su principal líder Blas Llano haya presidido el Congreso de la mano de Marito y el ex presidente de la República Horacio Cartes. Ambos esta vez no lo tuvieron en cuenta. Ahora su bloque pelea por espacios dentro de las comisiones asesoras. Perdieron hasta Conaderna, comisión que tenían como feudo, que ahora manejará el abdismo, mediante la representación de Juan Afara.
TRANSPARENCIA. Esperanza Martínez salió al paso de las críticas y aseguró que su gestión al frente de la Comisión de Hacienda iba a estar enfocada en la transparencia y la participación de todos los sectores. Mencionó que había 202 proyectos pendientes, entre ellos ampliaciones presupuestarias, pensiones graciables, préstamos internacionales y propuestas variadas.