En una sesión que se alargó casi nueve horas, la Cámara Alta aprobó el proyecto de ley que incluye el acuerdo con 56 votos a favor, 13 en contra y tres abstenciones.
Parte del oficialismo votó a favor y parte en contra según se confirmó en la votación, en la que estuvo ausente la titular del Senado y vicepresidenta del país, Cristina Fernández, que lidera el sector kirchnerista del Gobierno, el más crítico con el FMI.
“Argentina no tenía que haber tenido un crédito tan grande, pero creo que los que estamos en este honorable cuerpo tenemos que tomar una decisión. Para cuidar a la inmensa mayoría de los argentinos tenemos que llegar a un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional para no llegar a un default”, afirmó el senador Sergio Leavy, del gobernante Frente de Todos.
La aprobación en el Congreso llega tras el largo proceso de negociaciones entre el Ejecutivo y el FMI para la refinanciación del crédito que otorgó a Argentina en 2018, durante el mandato de Mauricio Macri (2015-2019), que el país, sumergido desde ese año en una grave crisis, no estaba en condiciones de devolver en tiempo y forma.
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Tensión política
El debate parlamentario se ha dado en los últimos días en medio de fuertes tensiones dentro del oficialismo, ya que el kirchnerismo, que encabeza Cristina Fernández, es históricamente crítico con el organismo y está en contra de haber cerrado el acuerdo, al considerar que conllevará ajustes en la economía.
“Voto en contra de la deuda ilegítima que dejó Mauricio Macri y voto en contra del Fondo Monetario Internacional, que una vez más, como desde 1956, vuelve a imponer las condiciones para repetir los ciclos de endeudamiento, crisis social, valorización financiera y fuga de capitales”, expresó hoy la senadora Nora Giménez, que adelantó su rechazo al intervenir en la sesión.
El presidente, que desde que asumió el poder a fines de 2019 se ha mostrado constantemente crítico con la política de deuda de Macri, ha reiterado al mismo tiempo la necesidad de alcanzar un entendimiento con el FMI para evitar que el país entre en cese de pagos. Y en las últimas semanas ha defendido el acuerdo logrado insistiendo en que este no conllevará ajustes en la economía y permitirá su crecimiento.
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“Ajuste deberíamos haber hecho si hubiéramos caído en default, porque ahí sí no teníamos ninguna salida ni escapatoria”, defendió hoy en un acto público en el que señaló que, tras superar este escollo, se podrá empezar a pensar en los otros problemas que sufre el país, donde la inflación “ocupa un lugar central”.
Apoyo de la oposición
Con la coalición de Gobierno dividida, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, donde ninguna fuerza cuenta con mayoría absoluta, el presidente logró los votos necesarios apoyado por Juntos por el Cambio, el principal frente opositor -al que pertenece Macri-, que rechaza que se apliquen medidas de ajuste pero ve necesario que haya un acuerdo para no caer en cese de pagos.
“Somos una oposición responsable y, al aprobar este acuerdo, estamos priorizando los intereses de la República Argentina impidiendo el default. Vamos a honrar el principio de honrar nuestras deudas y la continuidad del Estado”, expresó el senador José María Torello.
Entre los oficialistas que mostraron a favor del acuerdo está Edgardo Kueider, que llamó a “votar con responsabilidad” ante la “gravedad de la situación”, y apoyó abiertamente al mandatario.
“Voy a acompañar firmemente a mi presidente de la nación, que es de mi espacio político, que fuimos nosotros los que decidimos que esté allí, y no hay que darle la espalda en los momentos difíciles”, aseveró.
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Fue en febrero pasado cuando se llegó a un principio de acuerdo con el FMI para concretar un programa de facilidades extendidas que prevé desembolsos totales por los casi 45.000 millones de dólares que debe el país, para con ellos afrontar los vencimientos que estaban previstos entre este año y 2024 derivados del acuerdo de 2018.
A su vez, esos nuevos montos recibidos Argentina deberá empezar a devolverlos dentro de cuatro años y medio.
Para cerrar definitivamente el acuerdo, este aún deberá recibir el aval del directorio del FMI.
El debate en el Senado se desarrolló en medio de fuerte seguridad a las afueras del Parlamento, después de que el día del debate en Diputados se registraran protestas que incluyeron pedradas que ingresaron en el despacho de Cristina Fernández.