Liz Analía Acosta
@lizanaliapy
La fiscala Carina Sánchez, especialista en Trata de Personas, habló que este delito continúa siendo de alta rentabilidad económica y que la cooperación internacional es imprescindible para su combate. Además, reconoció que los recursos para perseguir los hechos, en muchos casos son insuficientes.
–¿Cuáles son todavía los desafíos del Ministerio Público para investigar la trata de personas?
–En materia de persecución penal, aún enfrentamos importantes desafíos. Uno de los más relevantes es la necesidad de mejorar las investigaciones proactivas, lo que implica avanzar en la utilización efectiva de técnicas especiales de investigación, como operaciones encubiertas, interceptación de comunicaciones, con lo que se lograría identificar no solo a los autores directos, sino también a las redes criminales u organizaciones que operan detrás de los casos de trata.
Por otra parte, la trata de personas no suele ser un delito aislado, sino que frecuentemente está vinculada a otros hechos punibles como el lavado de dinero, el tráfico ilícito de estupefacientes, la corrupción y otras manifestaciones del crimen organizado.
Esta interrelación complejiza aún más el abordaje penal, ya que obliga a una persecución articulada, interinstitucional y transnacional.
–¿Por qué la trata sigue siendo tan rentable?
–La trata de personas constituye un hecho punible de alta rentabilidad económica, ya que genera considerables sumas de dinero mediante la explotación de seres humanos, tanto laboral como en el sexual. Esta actividad ilícita resulta particularmente lucrativa debido a que una víctima puede ser explotada de manera continúa durante varios años, lo que permite obtener ganancias sostenidas a lo largo del tiempo.
Lamentablemente, en los últimos años se ha observado un preocupante aumento en la naturalización de la explotación de seres humanos. La trata tiende a percibirse por parte de los tratantes como actividad comercial, donde la explotación se convierte en fuente de ingresos.
Además, uno de los principales desafíos en la lucha contra la trata es que muchas víctimas no se reconocen a sí mismas como tales, lo que dificulta significativamente su identificación y protección.
En numerosos casos, se ha constatado que personas que inicialmente fueron víctimas terminan convirtiéndose en parte de las redes de trata, en ocasiones llegando incluso a reclutar o trasladar a familiares, como hijas, sobrinas u otros miembros de su entorno para ser explotadas, especialmente en contextos de explotación sexual.
–¿Cómo se trabaja en las zonas rojas?
–La Unidad Especializada en la Lucha contra la Trata de Personas y Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes del Ministerio Público posee competencia a nivel nacional.
Contamos con tres unidades especializadas en Asunción y una unidad en Ciudad del Este, con competencia específica en Alto Paraná, lo que garantiza una cobertura efectiva a nivel país.
Las investigaciones se realizan en coordinación con la Policía Nacional, particularmente con el Departamento contra la Trata de Personas.
En general, los casos de trata internacional son reportados, en su mayoría, por autoridades extranjeras, ya que en sus territorios finalmente se produce la explotación de ciudadanos paraguayos.
–¿Cómo coopera Paraguay con otros países para el combate contra la trata?
–Paraguay, desde hace varios años, ha incorporado buenas prácticas en materia de cooperación internacional, tanto de manera formal e informal, principalmente debido a la necesidad de articular acciones con autoridades extranjeras en los países donde son explotados nuestros ciudadanos y ciudadanas, ya sea laboral o sexualmente.
En este sentido, la cooperación internacional resulta imprescindible en las investigaciones en nuestro país, así como en el país de destino. Esta colaboración permite obtener información clave para identificar y rescatar a las víctimas, así como para identificar y procesar a los tratantes.
Asimismo, es fundamental para garantizar un retorno seguro de las víctimas en los casos en que decidan regresar al país.
–¿Cómo se hace la identificación de las víctimas?
–Existen instrumentos internacionales y normativas nacionales que establecen indicadores específicos que orientan y facilitan su detección. Estos indicadores se enfocan en la prevención, detección temprana y factores de riesgo.
Pueden presentarse dos situaciones: La identificación temprana, que se da a partir de la aplicación de indicadores y la observación de situaciones de riesgo. Se detecta una posible situación de trata antes de que la víctima ingrese plenamente al ciclo de explotación.
En estos casos, la intervención resulta menos compleja, ya que se pueden activar de forma más rápida los mecanismos de protección y atención, evitando que la persona sea sometida a mayores daños.
(La segunda) Identificación en situación de explotación: Es aquella en la que la víctima ya se encuentra bajo el control de tratantes y está siendo explotada, ya sea con fines sexuales, laborales u otros.
Esta situación implica mayor complejidad, especialmente cuando es transnacional. En estos casos, la cooperación internacional se vuelve fundamental para la localización, rescate de la víctima y su posterior atención integral.
–¿Se reforzaron los controles en Migraciones para identificar los casos?
Desde hace un tiempo se ha venido trabajando en la identificación temprana de situaciones de riesgo vinculadas a la trata, lo que ha implicado un esfuerzo coordinado entre diversas instituciones.
Este trabajo conjunto ha puesto especial énfasis en la capacitación de actores involucrados y en el establecimiento de rutas de intervención, particularmente en lo que respecta a los controles migratorios al momento para la identificación temprana de posibles situaciones de trata.
Estas acciones han contado con el apoyo de organismos internacionales, que han contribuido significativamente al fortalecimiento de las capacidades institucionales y operativas en esta materia.
–¿Son suficientes los recursos?
–Cada institución cuenta con asignaciones específicas destinadas a las unidades o departamentos encargados de abordar la trata de personas en sus diferentes aspectos. Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que estos recursos son, en muchos casos, insuficientes.
La persecución penal de la trata de personas es compleja, que requiere de personas especializadas que cuenten con equipamiento tecnológico adecuado y suficientes recursos económicos para lograr investigaciones productivas que permitan desarticular redes criminales y proteger efectivamente a las víctimas.
Funcionaria del Ministerio Público desde el año 2001 y desde el 2012 fiscala contra la Trata. Del 2018 al 2023 fue delegada Nacional de la Unidad en la Lucha contra la Trata y Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes. Actualmente es punto de contacto ante la Red Iberoamericana de Fiscales contra la Trata (Redtram).