Hoy meditamos el Evangelio según San Lucas 9:11b-17. El papa Francisco, a propósito del Evangelio de hoy, dijo: “¿Cómo sigo a Jesús?… Preguntémonos: ¿cómo sigo yo a Jesús? Jesús habla en silencio en el misterio de la eucaristía y cada vez nos recuerda que seguirle quiere decir salir de nosotros mismos y hacer de nuestra vida no una posesión nuestra, sino un don a Él y a los demás.
Demos un paso adelante: ¿de dónde nace la invitación que Jesús hace a los discípulos para que sacien ellos mismos a la multitud? Nace de dos elementos:
1. De la multitud, que, siguiendo a Jesús, está a la intemperie, lejos de lugares habitados, mientras se hace tarde.
2. De la preocupación de los discípulos, que piden a Jesús que despida a la muchedumbre para que se dirija a los lugares vecinos a hallar alimento y cobijo (cf. Lc. 9:12).
Ante la necesidad de la multitud, he aquí la solución de los discípulos: que cada uno se ocupe de sí mismo; ¡despedir a la muchedumbre! ¡Cuántas veces nosotros cristianos hemos tenido esta tentación! No nos hacemos cargo de las necesidades de los demás, despidiéndoles con un piadoso: “Que Dios te ayude”, o con un no tan piadoso: “Buena suerte”, y si no te veo más... Pero la solución de Jesús va en otra dirección, una dirección que sorprende a los discípulos: “Denles ustedes de comer”.
Asimismo en ocasión del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice reflexionó: “El jueves pasado hemos celebrado la fiesta del Corpus Christi, que en Italia y en otros países se traslada a este domingo. Es la fiesta de la eucaristía, sacramento del cuerpo y sangre de Cristo.
El Evangelio nos propone el relato del milagro de los panes (Lc. 9:11-17); quisiera detenerme en un aspecto que siempre me conmueve y me hace reflexionar. Estamos a orillas del lago de Galilea, y se acerca la noche; Jesús se preocupa por la gente que está con Él desde hace horas: son miles, y tienen hambre. ¿Qué hacer? También los discípulos se plantean el problema, y dicen a Jesús: “Despide a la gente para que vayan a los poblados cercanos a buscar de comer”. Jesús, en cambio, dice: “Dadles vosotros de comer” (v. 13). Los discípulos quedan desconcertados, y responden: “No tenemos más que cinco panes y dos peces“ (como si dijeran: apenas lo necesario para nosotros).
Jesús sabe bien qué hacer, pero quiere involucrar a sus discípulos, quiere educarles. La actitud de los discípulos es la actitud humana, que busca la solución más realista sin crear demasiados problemas: Despide a la gente –dicen–, que cada uno se las arregle como pueda; por lo demás, ya has hecho demasiado por ellos: has predicado, has curado a los enfermos... ¡Despide a la gente!
La actitud de Jesús es totalmente distinta, y es consecuencia de su unión con el Padre y de la compasión por la gente, esa piedad de Jesús hacia todos nosotros: Jesús percibe nuestros problemas, nuestras debilidades, nuestras necesidades. Ante esos cinco panes, Jesús piensa: ¡he aquí la providencia! De este poco, Dios puede sacar lo necesario para todos.
Jesús se fía totalmente del Padre celestial, sabe que para Él todo es posible. Por ello dice a los discípulos que hagan sentar a la gente en grupos de cincuenta, esto no es casual, porque significa que ya no son una multitud, sino que se convierten en comunidad, nutrida por el pan de Dios. Luego toma los panes y los peces, eleva los ojos al cielo, pronuncia la bendición –es clara la referencia a la eucaristía–, los parte y comienza a darlos a los discípulos, y los discípulos los distribuyen... los panes y los peces no se acaban, ¡no se acaban! He aquí el milagro: más que una multiplicación es un compartir, animado por la fe y la oración. Comieron todos y sobró: es el signo de Jesús, pan de Dios para la humanidad.
Los discípulos vieron, pero no captaron bien el mensaje. Se dejaron llevar, como la gente, por el entusiasmo del éxito. Una vez más siguieron la lógica humana y no la de Dios, que es la del servicio, del amor, de la fe. Pidamos a nuestra Madre María que nos ayude en esta conversión para seguir verdaderamente más a Jesús, a quien adoramos en la eucaristía. Que así sea.
(Frases de https://www.pildorasdefe.net/liturgia/evangelio-lucas-9-11-17-papa-francisco-reflexion-jesus-multiplica-panes-eucaristia y http://w2.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2013/documents/papa-francesco_angelus_20130602.html).