María Celeste Giménez de Sakoda prefiere ser llamada solo por Celeste Sakoda, en un principio por conservar su autonomía y luego para que la reconozcan fácilmente como la madre de sus 6 hijos y 8 nietos.
“Creía, erróneamente, que era feminista al no ser de nadie”, expresa Celeste, quien contrajo matrimonio a los 19 años. Pero, todo al parecer arrancaba tempranamente en su vida: Desde los 14 años, durante su formación en el Colegio La Providencia, donde pudo trabajar con las comunidades vulnerables, ya comenzó su interés por la problemática social en Paraguay que se encontraba sumido en la dictadura. “Yo en realidad quería ser socióloga, pero justo cuando entré al cursillo probatorio de la Católica, al dictador se le ocurre cerrar todas las carreras de Sociología tanto en la UCA como en la UNA”, recuerda Celeste. Esta fue la razón por la que se decidió por la carrera de Psicología, sin olvidar el firme propósito de trabajar con la gente y “transformar duras realidades”, como ella misma comenta.
Para el año 1978 ya ingresa como voluntaria por un año al Denide, donde inició el amor por dicha organización y la labor que allí desarrollaba en favor de las personas con discapacidad intelectual y psicosocial en nuestro país.
Una familia numerosa
Las raíces de Celeste son muchas, pero bien firmes, pues viene de una familia numerosa “muy unida con muchos principios y valores”. Así es cómo con los hijos, el trabajo y el estudio, Celeste encontró el apoyo que necesitaba en las mujeres de su familia: “Gracias a la ayuda de mi abuela, mi mamá, mi hermana y de las mujeres que trabajaban en mi casa –que terminaron siendo mis comadres– mi marido y yo lo logramos”, afirma. Su madre, María Adela Marimón de Giménez, amén de haber sido una extensión más de Celeste en la crianza de sus hijos, fue una de las fundadoras de la Escolinha de Arte y quien sembró en Celeste la semilla por contribuir con la sociedad.
Sueños compartidos
De su pareja, Ángel Sakoda, descendiente de los primeros japoneses que llegaron al Paraguay, asegura que persigue sus mismos sueños e ideales de cómo debe ser nuestro país y cómo conformar una familia. “Se nos pasó un poco la mano con la cantidad de hijos”, comenta entre risas.
DENIDE
Esta organización social sin fines de lucro fue la pionera, fundada en 1966 por el psiquiatra Agustín Carrizosa, un profesional “progresista y muy visionario”, como lo describe Celeste. En aquel entonces el nombre de la organización respondía a Derechos del Niño Deficiente en una época en que la palabra derecho no era bien vista. El objetivo era conseguir que las personas con discapacidad en general e intelectual, en particular, puedan ejercer la ciudadanía plena a través de sus derechos, según explica Celeste, quien es la actual directora ejecutiva del Denide.
Con respecto a cómo se sostiene la mencionada entidad, la misma depende en su mayor parte de las actividades que desarrolla. Una de esas actividades es el ya tradicional San Juan del Denide, que se llevará a cabo el próximo 29 de junio en su propio local ubicado en Prof. Silvia Enciso entre Dr. Gubetich y Tte. Samaniego. “Este año el lema es el Karu Guasu, donde las personas pueden consumir a discreción con la compra de un solo ticket, cuyo valor es de G. 50.000. Los boletos pueden adquirirse a través de tuti o al (0982) 505-016.