Sadi Ramírez, pobladora del lugar, contó que antes se tiraban en el cauce hídrico para refrescarse del calor y que eso hoy es imposible por el temor que tienen por las condiciones en que se encuentra. “Muchos niños allí se bañaban; hoy no podemos hacer nada. Hoy no podemos ni siquiera sentarnos afuera con este inmenso calor”, afirmó.
Relató que en el cauce hídrico antes había muchos peces, patos y que hoy solo les queda el recuerdo. “Ahora es imposible. No sé qué es lo que tiran, pero el olor es insoportable. Ya hicimos manifestaciones, llevamos notas, junto a todos los vecinos”, indicó.
Luisa Sánchez, vecina del lugar, comentó el mal olor en el lugar durante las 24 horas. “Es muy injusto lo que estamos viviendo y queremos una solución a este problema. Es muy fuerte el olor. De noche, con la pieza cerrada y con aire, igual se siente”, dijo.
SUSPENSIÓN. Ayer por la tarde el Municipio de CDE dispuso el cierre temporal de la fábrica textil Santa Ana.
La suspensión se refiere al vertido de efluentes industriales líquidos al cauce hídrico y al retiro inmediato de los motores instalados, así como de la red de cañerías hidráulicas de captación de agua del cauce natural.
El oficio está relacionado con la constatación municipal de la existencia de un sistema de cañerías tipo PVC, aparentemente utilizadas para la disposición final de efluentes líquidos, dado que los caños están orientados hacia el cauce hídrico. WF