En su homilía, el purpurado paraguayo recordó a aquellos pioneros de la pastoral juvenil en Latinoamérica quienes sembraron semillas de esperanza y compromiso con el Evangelio en tiempos difíciles y de negación de los derechos humanos fundamentales, tal como se está viviendo hoy.
En este contexto, el presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), manifestó preocupación por el acelerado avance de diversas formas de regresión autoritaria a través de medios democráticos, destacó que una democracia puramente formal no es suficiente.
‘‘Es necesaria una democracia participativa y basada en la promoción y respeto de los derechos humanos. Una democracia sin valores se convierte fácilmente en una dictadura o totalitarismo y termina traicionando al pueblo’’, enfatizó, citando el documento de Aparecida del papa Francisco.
La meta. En el marco de este gran encuentro, instó a los jóvenes a vivir y trabajar por la ‘‘civilización del amor’’, destacando su papel fundamental en la construcción de una sociedad conforme a los valores del reino de Dios.
‘‘Queridos jóvenes, ustedes serán los artesanos de la civilización del amor. La Iglesia y la sociedad necesitan su capacidad de amar y de tejer relaciones de amistad social y de fraternidad’’, manifestó, haciendo un llamado a enfrentar los desafíos sociales, como la falta de acceso a la salud, educación, y empleo digno que afecta a millones de jóvenes.
‘‘Hoy miramos a nuestros países y hay un denominador común: el clamor de millones de jóvenes sin oportunidades, abandonados, viviendo en situación de calle, sin horizontes de esperanza’’, describió el arzobispo, sin dejar de mencionar otros flagelos como los peligros de drogas, delincuencia y suicidios que enfrentan los jóvenes en las ‘‘periferias existenciales’’.
Misión. Alentó a la gran comitiva de la juventud pastoral latinoamericana a ser ‘‘centinelas del mañana’’ y a comprometerse con la renovación del mundo según el plan de Dios. ‘‘Tienen la capacidad de oponerse a falsas ilusiones de felicidad y a los paraísos engañosos de la droga, el placer y la violencia. Como discípulos misioneros, están llamados a transmitir la vida que viene de Cristo a sus hermanos jóvenes sin distinción alguna’’.
El encuentro que se vive en Paraguay esta semana –destacó Martínez– se enmarca en el proceso sinodal que vive toda la iglesia para que sea fructífera y logre sus objetivos. ‘‘La Iglesia nos propone el método de la conversación espiritual que invita a la capacidad de escucha y acogida al otro. Esto significa saber escucharse con un corazón abierto y perceptivo, receptivo. Esta cualidad de atención es un acto de respeto y acogida y hospitalidad hacia los demás tal y como son’’.
En el marco de sus actividades, los jóvenes ELARNPJ visitarán hoy a las 17:00 el Sitio de Memoria y Centro cultura 1-A Ycuá Bolaños, con motivo de los 20 años de la tragedia. Asimismo, tienen previsto una peregrinación el viernes a Caacupé como actividad de clausura del encuentro con una misa a las 19:00.