El diario argentino La Nación publicó hace unos días una nota centrada en el boom inmobiliario paraguayo y deslizó la posibilidad de participación del dinero proveniente de ese país en la construcción de varios edificios que cuentan con sospechas de lavado de dinero.
El referente negó que hayan edificios sin ocupación y dijo que cámaras desarrolladoras de Bolivia y Chile consultan permanentemente sobre el fenómeno de crecimiento en Paraguay dentro del rubro de bienes raíces. De igual manera, abogó por el crédito hipotecario para haya más compradores finales dueños de las unidades.
“Nos volvimos un país atractivo, con bajos impuestos, inflación estable o reducida y controlada, con dólar predecible” insistió Constantino, al tiempo de señalar lo que considera “teorías” no sustentadas en datos reales, sobre hipotéticos movimientos de grandes capitales destinados a la inversión inmobiliaria que pudieran generarse en el lavado de activos regional y que supuestamente llegarían al país para capitalizar el sector.
“La realidad es que se trata de un trabajo que viene creciendo desde hace quince años, y así pudimos ganarnos la confianza de los compradores. Cuando se habla de inversor, el extranjero es el comprador de las unidades, la inversión viene de afuera, y el modelo es la compra para hacer preventa y sacar un crédito”, explicó.
Argumentó, además, que la teoría de que muchas unidades se construyen, pero no se ocupan es falsa, y tan solo se necesita recorrer y consultar para aclarar el panorama.
No obstante, abogó para que pueda desarrollarse el crédito hipotecario para que el consumidor final pueda comprar la vivienda o departamento. “La banca no está aún preparada para tal situación o no tiene todavía apetito, más la informalidad con la gente que tiene capacidad financiera, pero no puede demostrar su ingreso”, sostuvo.