La lucha contra la violencia pandillera del millennial de 40 años, ávido usuario de las redes sociales, cuenta con una aprobación de 91% de la población, según una encuesta de Cid Gallup.
El Salvador, con unos 70.000 pandilleros, lucha por escapar de la lista de los países con más homicidios del mundo.
Tras el asesinato de 87 personas en el país del 25 al 27 de marzo, Bukele decretó un estado de excepción que ha sido prorrogado.
MARAS. La “guerra” de Bukele puso a miles de soldados a patrullar las calles y ha llevado en los últimos dos meses a la cárcel sin orden judicial a 35.000 presuntos integrantes de las “maras”, que se suman a 16.000 más que ya estaban en prisión.
“El régimen de excepción es una acción audaz, es necesario ante un fenómeno complicado como son las pandillas”, señaló el analista político Dagoberto Gutiérrez, vicerrector de la Universidad Luterana Salvadoreña.
Las acciones del Gobierno en el tema de seguridad “pueden verse como medicina amarga, pero necesaria”, añadió.
Para el criminólogo Ricardo Sosa, el gobierno de Bukele ha tomado acciones contra las pandillas “que están generando un impacto en su capacidad de daño”.
La guerra contra las pandillas es bien vista por la población: para la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) “ocho de cada diez salvadoreños” lo apoyan.
Según cifras oficiales en 2021 se registraron 1.147 homicidios, contra 1.341 en 2020 y 2.398 en 2019. Según Bukele, la fuerte caída se debe a su plan de control territorial. Críticos denuncian presuntas negociaciones del Gobierno con pandillas, aunque el Gobierno lo niega. Algunos están inquietos con lo que describen como un creciente autoritarismo de Bukele, y Estados Unidos y organismos internacionales lo han llamado a respetar los derechos humanos tras denuncias de arrestos arbitrarios masivos y malos tratos a detenidos. AFP