No es, seguramente, el cumpleaños que habría imaginado el líder de U2, cuya figura despierta admiración y antipatía entre sus compatriotas, pues lo mismo celebran su indiscutible talento como critican su ego supuestamente desmedido y sus contradicciones.
Sin celebración. Seguramente hubiese deseado una gran fiesta como la que le organizaron hace dos años a su amigo Shane McGowan, cantante de The Pogues, por su 60 aniversario, con un concierto entre colegas en el que Bono compartió escenario con Johnny Depp, The Corrs o Nick Cave
No obstante, si sigue las restricciones impuestas por la Covid-19, deberá soplar las velas en su mansión de Killiney, una de las zonas residenciales más exclusivas del sur de la capital irlandesa, donde tiene de vecinos a otras estrellas como Van Morrison, Enya o The Edge, guitarrista y compositor de U2.
Paul Hewson (Bono), casado con Ali y padre de cuatro hijos, creció en Finglas, un barrio obrero del norte de Dublín.
Carismático. Muchas de las letras de U2, casi todas salidas de la mano de Bono, contienen un alto grado de espiritualidad y religiosidad. Sus críticos le reprochan que traslade ese mismo aire de predicador a sus apariciones públicas, ya sea en entrevistas, pronunciando un discurso en la ONU sobre la erradicación de la pobreza en África o lanzando una compañía de comercio justo. En general, las ONG celebran que, gracias a su fama, Bono haya hablado sobre asuntos sociales con destacados líderes mundiales.
Al comienzo de la pandemia, el Gobierno de Dublín le pidió que participara en un proyecto público-privado encaminado a conseguir equipos de protección individual y test médicos en el extranjero.
U2 también donó 10 millones de euros para ayudar a los sanitarios en Irlanda y Bono publicó el pasado 17 de marzo en sus redes sociales la canción Let Your Love Be Known, compuesta por él para animar a Italia, el primer país europeo duramente castigado por la pandemia.
Hace unos días, las autoridades de Seúl confirmaron que el presidente surcoreano, Moon Jae-in había recibido una misiva de Bono, a quien describieron como “líder” de U2, “activista humanitario” y “candidato al Premio Nobel de la Paz”.
Cuando pase esta crisis, con los 60 años ya cumplidos, quizá este un poco más cerca de lograr el reconocimiento de la Academia Sueca por sus cruzadas sociales. EFE
Título
Texto
Título
Texto
Título
Texto