De Souza es considerado como el “brazo derecho” de Alexandre Ramagem, director de los servicios secretos de Brasil y quien había sido propuesto inicialmente por el presidente como director de la Policía Federal.
Ramagem llegó a ser designado como jefe de la Policía Federal, pero su nombramiento fue impedido por un magistrado del Tribunal Supremo, quien atendió una demanda que denunciaba estrechos lazos de amistad que unen al comisario con la familia Bolsonaro y objetó que asumiera un organismo al que la Constitución le reserva autonomía.
Tras esa decisión judicial, el mandatario revocó el nombramiento de Ramagem y hoy designó para el cargo a Rolando Alexandre de Souza, su número dos y quien actualmente es secretario de Planificación y Gestión de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN). De Souza fue superintendente de la Policía Federal en el estado de Alagoas entre 2018 y 2019; fue jefe del Servicio de Represión al Desvío de Recursos Públicos, y ocupó cargos directivos en el combate a delitos financieros.
La dirección de la Policía Federal era ocupada hasta hace dos semanas por Mauricio Valeixo, cuya destitución por parte de Bolsonaro motivó la renuncia al Ministerio de Justicia de Moro, quien afirmó que el mandatario pretendía “interferir políticamente” en pesquisas de la policía.
En manos de la Policía Federal están algunas investigaciones que afectan a dos de los cuatro hijos de Bolsonaro, el senador Flavio y el concejal de Río de Janeiro, Carlos.
Pero la Policía Federal también será responsable de una nueva investigación referida a las acusaciones de “interferencia política” y otras presuntas irregularidades que Moro vertió sobre el presidente Bolsonaro al anunciar su renuncia.
Investigan agresión a los periodistas
La Fiscalía de Brasil ordenó ayer que se investiguen agresiones sufridas por periodistas en una manifestación convocada por seguidores del presidente Jair Bolsonaro, a la que asistió el propio mandatario. La Fiscalía afirma que las agresiones sufridas por reporteros y fotógrafos fue de “elevada gravedad”. EFE