Cada nueva noticia sobre la precaria y comprometida situación financiera de la Comuna de Asunción aporta dudas, pero sobre todo preocupación. Ahora, la ciudadanía ha sabido de una nueva ampliación presupuestaria por valor de G. 2.016.778.509, monto que será destinado al pago de intereses por el bicicleteo de deudas. Mientras en la Municipalidad de Asunción se hace evidente una falta de conducción, la población debe lidiar cotidianamente con los resultados, como servicios deficientes e infraestructura urbana absolutamente abandonada.
El mismo peligro que se advertía después de las elecciones generales de abril del 2023, al conformarse un Parlamento con mayoría de un partido político, actualmente está causando estragos en la Junta Municipal de Asunción. En democracia, las mayorías pueden imponer opiniones y decisiones. Acorde con el tiempo político que estamos viviendo, es lamentablemente necesario volver a insistir en la advertencia a quienes ostentan dicha mayoría; una mayoría implica un gran poder, pero al mismo tiempo una gran responsabilidad. Las autoridades electas deben ser capaces de tener la inteligencia, pero sobre todo la grandeza de gobernar con otros sectores y utilizar su poder para servir al pueblo, y no para imponerse de forma arbitraria.
Es por todos conocida la situación de crisis que vive el Municipio de Asunción. La crisis, por un lado, supone una condición financiera difícil de entender, pues tanto autoridades electas como funcionarios no están actuando con la debida transparencia para informar a los vecinos apropiadamente. Y, por el otro, la también conocida condición en que se encuentra atrapada nuestra capital.
En cuanto a la crisis financiera, la mayoría de los concejales de Asunción, que respaldan al intendente capitalino, Óscar Nenecho Rodríguez, ha decidido aprobar una ampliación presupuestaria por valor de G. 2.016.778.509, la cual, según las explicaciones del concejal Álvaro Grau, será para pagar intereses por el bicicleteo de deudas.
“Esto es el costo financiero del bicicleteo, por la irresponsabilidad de sacar un préstamo que ni siquiera se sabía cómo se iba a pagar. Hace unos meses se bicicletearon tres cuotas del préstamo que sacó el año pasado para sueldos y aguinaldos. Y, ahora, vemos las consecuencias. Nenecho no se cansa de fundir financieramente a la Municipalidad”, cuestionó.
De acuerdo con los datos dados a conocer, en la administración de Rodríguez, de 2020 a 2024, los préstamos para cubrir déficit temporal de caja llegan a USD 165 millones; la deuda total de la Municipalidad, entre pasivos a corto y largo plazo, llega a USD 364 millones, considerando el último informe del primer cuatrimestre del 2024 y la deuda contraída de este año.
Al mismo tiempo se señala como preocupante que se ofrezca como garantía bienes municipales, como tierras de la Costanera, y cuando el Municipio no pague sus deudas se entiende que fácilmente la ciudad perderá esas propiedades, las que serán enajenadas exactamente como otras, como es el caso de los predios ocupados por seccionales coloradas, en vez de ser plazas públicas.
El estado en el que se encuentra la infraestructura urbana y los servicios no es el resultado directo de la crisis financiera. Resulta evidente que Asunción tiene autoridades que no solo no están comprometidas con el bienestar de la población, sino que además no cuentan con un plan para hacer de la ciudad un espacio que asegure calidad de vida a sus habitantes.
Asunción no ofrece servicios públicos eficientes, sus calles se ven sucias y abandonadas lo mismo que su rico patrimonio histórico; a esto se suman la cuestión de seguridad y el desorden que supone el cotidiano colapso del tráfico. La vida en la capital se ha visto gravemente deteriorada por la falta de servicios, como un buen transporte público; asimismo, faltan espacios verdes seguros y gratuitos para la recreación de las familias. Pero sin duda la profusión de estaciones de servicio tampoco aporta a una vida tranquila y segura para los asuncenos.
Deben ser aclaradas todas las dudas respecto a la situación en la que se encuentra el Municipio, y también se debe avanzar en definir una hoja de ruta que rescate a Asunción del caos.