“En ocasiones necesitamos un incentivo o un disparador para desarrollar nuestra creatividad, pero nunca pensé que fuera de la manera que se nos presentó este 2020. Comenzamos con un sacudón emocional donde no sabíamos qué nos sucedería, todo muy confuso, con restricciones y cierres”, recordó Horacio Guimaraes.
Como artista plástico y gestor cultural, Guimaraes relata que “el golpe” le tocó de cerca, así como a muchos de sus colegas, ya que se cancelaron todas las exposiciones previstas en embajadas y centros culturales.
Pero, como refiere el dicho popular, “a mal tiempo, buena cara”, se adaptó a las situaciones que se le presentaban y buscó soluciones.
Para abril, Guimaraes y otros colegas se agruparon y emprendieron exposiciones en algún lugar particular, para luego transmitir por redes sociales, llegando incluso a más personas que en forma presencial.
“En mi experiencia, descubrí diferentes herramientas digitales que estaban disponibles, y que ahora son más que útiles, indispensables para visibilizar los trabajos”, dice.
Guimaraes aprendió a realizar y editar videos. Así también, conoció plataformas que le permitieron montar exposiciones con recorrido virtual. “Todo lo puse a disposición de los colegas que deseaban participar para mostrar sus obras. Así transcurrió el año hasta que en el mes de noviembre pudimos realizar la primera exposición colectiva presencial en la Manzana de la Rivera”, recuerda.
Horacio Guimaraes destaca el apoyo de los medios de comunicación para difundir las actividades realizadas.
“Haciendo un balance, en lo personal fue un buen año a pesar de todo. Ahora está por delante la temporada veraniega de San Bernardino, donde volvemos a tener la oportunidad de recomenzar las exposiciones colectivas en Casa Hassler con el apoyo de la Municipalidad”, anuncia.
REINVENCIÓN. Marzo del 2020 marcó un antes y un después en torno a la palabra reinvención. “Reinventarnos fue obligatorio y necesario en todos los ámbitos. Como artista visual el desafío era no insistir en la desgracia con obras tristes, lastimeras y grises”, reflexiona el artista nacional José Quevedo.
Quevedo buscó alternativas para inyectar ánimo desde las exposiciones virtuales individuales y/o grupales. “Encaré la pandemia como una oportunidad para crear y buscar reinterpretar mi lenguaje visual, jugando más con la positividad, sin dejar de documentar lo que estamos viviendo a nivel mundial”, explica.
Para Quevedo, la pandemia también fue una oportunidad para globalizar las artes en todas sus dimensiones y estilos, a través de las redes sociales. “Interactuamos con mucha gente local e internacional. Hicimos primeramente exposiciones virtuales caseras, para luego recurrir a profesionales del mundo audiovisual, logrando transmisiones en vivo, video con ediciones y enlaces muy beneficiosos”, detalla.
Acerca de las ventas, comenta que mejoraron a través de la viralización de fotos y videos.
REDES SOCIALES. Al principio de la pandemia, en ocasión de la cuarentena total, muchos artistas se dedicaron a pintar y mostrar sus obras desde sus redes sociales personales, luego se unieron y trabajaron en forma colectiva con apoyo institucional.
“Fue una época de gran productividad que después dio sus frutos, puesto que la gente empezó a comprar”, analiza Vicky Holden.
La muestra SOS Planeta Tierra se convirtió en la primera exposición virtual con un grupo de artistas, poco más de 30, sobre la problemática universal del tema climático, deforestación, intoxicación, acumulación de basuras.
La muestra contó con pinturas, fotografías y esculturas, entre otras piezas, y fue liderada por Rosanna López Vera, a través de la web Portal Guaraní.
Seguidamente, Vera hizo otras exposiciones virtuales conjugando la poesía y la pintura en la propuesta Antología Pintada, que se puede ver en su canal de YouTube.
Holden resalta la creatividad de otros artistas que organizaron exposiciones presenciales tipo ferias, en el centro de Asunción, como el que tuvo lugar en la esquina de 25 de Mayo e Iturbe, Tapé Art o arte al paso, donde algunos artistas ofrecían los fines de semana sus propuestas a los transeúntes.
Vicky rescató también la creatividad que observó en las actividades desarrolladas en la antigua Recova, y frente a Unicentro (calle Palma), donde los fines de semana se ofrecían pequeñas ferias, así como en Lambaré, y en la casa de los Guggiari (Bosque de los Artistas), en forma reducida, aplicando los protocolos sanitarios.
Muestras virtuales
La idea de aprovechar las redes sociales como plataformas para exposiciones virtuales partió de una movida de artistas de diferentes partes del mundo. En los primeros días de la pandemia, los artistas compartían sus trabajos con el hashtag #artistssupportingartists en Instagram para apoyarse mutuamente ante la imposibilidad de realizar muestras con público presencial. En Paraguay se realizaron varias exposiciones virtuales a través de plataformas como redes sociales y canales de YouTube.
Opinión
Manzana ayudó a visibilizar el arte
“Para un artista es sumamente importante que su trabajo sea observado, apreciado y legitimado; tanto por sus pares, como por las instituciones del sistema que sostiene y promociona el arte. Para muchos creadores, las redes sociales son sus salas de exposición, entonces quisimos aprovechar eso para seguir prestando nuestros servicios como centro cultural. La Manzana de la Rivera ayudó a visibilizar el arte”. Luis Ocampo, asesor.