Los proyectistas argumentaron “que el personal médico, que ejerce su profesión dentro del Sistema Nacional de Salud, cuenta con excesiva carga laboral, debido a que la demanda de atención de pacientes sobrepasa la capacidad, tanto de personal como infraestructura física”.
De esta manera defendieron la necesidad de reducir las horas de trabajo del personal de salud, adecuándose así a lo establecido por entes reguladores, y a los estándares de la Organización Mundial de Salud (OMS), que promueven la universalización de las 12 horas de carga horaria por cada vínculo laboral. El proyecto establece que la carga horaria para el médico, sea permanente o contratado, no podrá superar 12 horas de trabajo por cada vínculo. El proyecto pasa al Poder Ejecutivo.