Los fines de semana son días de mingas ambientales y reparación de calle para los vecinos cuyas viviendas están alrededor de la Plaza San Luis, sobre la ruta Coronel Martínez, que une Luque con Capiatá, en el barrio quinta compañía Maka’i. Mientras un grupo interviene la plaza con desmalezadora y rastrillo, otro repara la precaria arteria con azada, pala y acarreando en carretilla tierra para el relleno. La calle interna, al costado de la ruta, además de la falta de intervención municipal, tampoco cuenta con un nombre. Es conocida como “calle L”.
“Cuando mi marido y yo tenemos libre ya venimos a limpiar la plaza y a arreglar la calle y ya se suman los vecinos. Les invito, les estiro, les insisto luego porque a todos nos afecta el mal estado de la calle. Ya cargamos mucho escombro y hasta aserrín, pero con esta última tormenta y la inundación desbordó todo”, relata la pobladora Martha Echeverría, quien rápidamente aclara que no es pariente del intendente de Luque, Carlos Echeverría, de quien, afirma, no tienen respuesta a sus múltiples reclamos por lo que recurren a la autogestión.
Desagüe. Los vecinos claman por obras de desagüe en la zona ante el cauce cercano que desborda con la lluvia y genera inundación en el barrio. Denuncian además a una fábrica, instalada cerca del puente sobre la ruta, que aparentemente reduce el canal de desagüe. Como secuela, describen que el entorno se inunda.
Bajo el puente se observa además agua contaminada por la acumulación de todo tipo de basura y maleza de considerable altura.
Sin señales. Desde hace días el diario Última Hora intenta tener la versión del intendente sobre los problemas que aquejan a su ciudad, pero no responde las llamadas. El fin de semana el distrito de Luque fue una de las zonas más afectadas por la intensa lluvia. El raudal superó un metro y arrastró a personas y a vehículos, derribó murallas, levantó precarias capas asfálticas y generó daños materiales en viviendas y comercios.
Denuncian problemas de estacionamiento de Línea 61
Los moradores también denuncian a responsables de la parada de la Línea 61, San Rafael por el inadecuado estacionamiento de sus unidades. Afirman que los colectivos estacionan en la estrecha y desastrosa calle restando espacio. Si no estacionan en la arteria, indican que lo hacen en la vereda de la plaza, sobre la ruta, por lo que es nulo el espacio para los peatones.