“Encaramos, los argentinos todos, la ciclópea tarea de reinventar una cultura democrática en Argentina”, dice quien gobernó el país entre 1983 y 1989 en artículos que publican hoy dos diarios de Buenos Aires.

Fotografía de archivo del 10 de diciembre de 1983 del presidente Raúl Ricardo Alfonsín en su juramento ante el Parlamento de Argentina, como el primer presidente democrático luego de la dictadura militar, que se extendió desde 1976 a 1983; en el Congreso Nacional de la ciudad de Buenos Aires (Argentina). EFE | Ampliar imagen
Alfonsín, de 81 años, recuerda el 30 de octubre de 1983 con “satisfacción, no por ser el día de un triunfo electoral sino por ser el día de la celebración de las primeras elecciones después del largo túnel de la última dictadura militar”.
“Quizás el mayor motivo de satisfacción es que en estos 25 años hemos trazado un destino que deja muy en claro hacia dónde no estamos dispuestos a volver los argentinos”, indica, para luego sostener que la dictadura militar (1976-1983) “es y será la última”.
En los artículos, el ex mandatario hace un repaso de su gestión, durante la cual se celebró el histórico juicio a las Juntas Militares y fueron aprobadas leyes que libraron de responsabilidad a más de un millar de acusados de violaciones de los derechos humanos.
“Podemos decir satisfechos que cumplimos con nuestra principal meta: construir -mediante el diálogo, el consenso y la ética- una democracia para el Estado y la sociedad argentina que trascienda nuestro gobierno y siente las bases de 100 años de paz y prosperidad para la Argentina”, remarca.
Al responder esta semana un cuestionario enviado por Efe, pues debido a su estado de salud no concede entrevistas, Alfonsín opinó que “pan, techo y trabajo” son las grandes asignaturas pendientes de estos 25 años de democracia.
El dirigente de la Unión Cívica Radical, la segunda fuerza parlamentaria del país, será homenajeado por esa formación con un acto previsto esta tarde en el mayor estadio cubierto de Buenos Aires.