Intereses evidentes de cada sector salieron a luz tras el debate en Cámara de Diputados durante el tratamiento del proyecto que establece sanciones a los ciudadanos que no acuden a votar, que finalmente fue aplazado. El discurso a favor y en contra se centró en la participación en las elecciones, que quiere ser incentivada con esta ley, según la oposición, mientras que los colorados defendieron su rechazo, apoyados por algunos liberales.
Se trata del proyecto de ley que modifica y amplía el artículo 332 de la Ley N° 834/1996, que establece el Código Electoral Paraguayo. La norma dispone una multa de G. 44.000 para quienes no voten, y hasta tanto no sea saldada, el ciudadano estará imposibilitado de realizar trámites en entes públicos.
Fue originada en el Senado, donde obtuvo media sanción, pero la oposición en Diputados no quería su aprobación fiel, sino con modificaciones, que señalaban causales que eximían de ir a votar, como vivir a 25 kilómetros del local de votación, estar en el extranjero, entre otros. También establece que el Estado deberá proveer de transporte público para ese día.
El diputado Sebastián Villarejo, del PPQ, fue efusivo al apuntar que en la convención constituyente ya se estableció que el voto es un deber y que para cambiar aquello, se debe modificar la Constitución. “Si alguien decide no votar, debe hacerse cargo de lo que implica esa libertad”, afirmó.
Teniendo en cuenta la capacidad colorada de arrear y mover la estructura, indicó que no les conviene que haya una participación masiva, porque perderían elecciones. “Algunos que están en contra no quieren que haya participación porque saben que el que no vota está indignado. Así como exigen cumplimiento tributario también se debe exigir compromiso cívico. El que no vota, nos está cagando a los que votamos. Es mentira que todos los políticos son corruptos. Algunos queremos hacer bien las cosas”, reclamó.
Los cartistas, como Derlis Maidana, dijeron que lo que se debe hacer es promocionar el voto y establecer sanciones. Raúl Latorre agregó que no se puede obligar a votar cuando la calidad de la representación política es muy baja.
Sin embargo, el liberal Enrique Mineur respondió que es la participación la que contribuye al mejoramiento de la calidad de representación. Indicó que menos del 70% va a votar y que el 30% no hace uso del voto en blanco. “Este proyecto castiga la pereza electoral y hay colegas a favor de ella”, destacó.
La liberal Celeste Amarilla dijo que la multa es baja y que no es el pobre el que no va a votar, ya que este es el más vulnerable, que es extorsionado por un cargo público, una promesa o dinero.
Concluyó que si no se vota, el Partido Colorado se va a perpetuar en el poder.