La generalización del uso de nuevas tecnologías en la vida cotidiana y el ocio ha sacado a relucir potenciales perjuicios del uso inadecuado de los videojuegos y la necesidad de tratamiento especializado en aquellas personas con signos de adicción comportamental.
De acuerdo con el grupo de médicos, el menor tuvo que ser hospitalizado por más de 60 días después de abusar de forma abrupta de su tiempo jugando el famoso título de género battle royale o supervivencia.
Los profesionales consideran que existen factores de riesgo e indicadores de abuso en el consumo de videojuegos como retraimiento social, bajo rendimiento académico, existencia de problemas sicopatológicos –depresión, personalidad perfeccionista u obsesiva– y sociofamiliares –sexo masculino, escaso control parental o estresores externos–.

En el caso del Fortnite, destacan dos aspectos de su potencial adictivo: La imposición de plazos para lograr los retos de cada temporada y no perder el progreso y el acceso a plataformas de retransmisión en vivo que muestran a personas jugando mientras comentan sus estrategias.
Síntomas
Según el estudio, además de riesgos en su salud física, el joven implicado en este caso también presentó varios síntomas perjudiciales para su mente.
En medio de su adicción, el paciente empezó a mostrar varios comportamientos asociales como aislamiento en su casa, total apatía por su entorno, rechazo a la necesidad de interacción social o humana, selección específica y rigurosa de sus gustos; la mayoría, basados en los momentos de soledad.
Asimismo, mostró claros cambios en los procesos normales dentro de la vida cotidiana, además de la interrupción constante de las horas de sueño.
Pero ¿por qué se dio esta necesidad excesiva de jugar Fortnite arriesgando su salud mental?
El estudio realizado en España asegura que, en este caso, la adicción al videojuego nació como defensa al dolor causado por la muerte de un familiar cercano del menor, además de la presión que le generaba el cumplimiento óptimo y eficaz dentro de su ambiente educativo. Es decir, el luto y exceso de trabajos escolares fue lo que detonaron en el choque mental del paciente; malestar emocional que sintió podía ser aliviado de forma transitoria por el juego.
(*) Magíster en Sicología Clínica y Especialista en Sicología Jurídica y Forense Cenpci.org