17 may. 2025

Abuelos de hogares piden que todos los días sean Navidad

Una Nochebuena y Navidad agitada pasaron los abuelos de los hogares de ancianos Santo Domingo y Nuestra Señora de la Asunción, gracias a las muestras de solidaridad de la ciudadanía que se acercó a compartir con los adultos mayores. En la víspera, como hace casi 15 años, los integrantes de la Comunidad de la Renovación Carismática de Limpio festejaron el 25 de diciembre con un almuerzo ofrecido a los abuelitos del Hogar Santo Domingo de Trinidad.

Foto: UH Edicion Impresa

Foto: UH Edicion Impresa

Un trío amenizó el banquete al son del Din Din Don. Los abuelos degustaron platos bien servidos de ensalada, sopa, pollo, acompañados de gaseosas light, porque varios sufren de azúcar en la sangre.

La coordinadora de la actividad, Jovita Benítez, comentó que “gracias a Dios se consiguieron los aportes y se pudo juntar lo necesario para dar lo mejor a los abuelos”.

“Les cuidamos porque el Señor dice: La fe sin obras es muerta y que cuando hicieron lo más pequeño a mí me han hecho. Si es para Dios, hay que traer lo mejor”.

Los abuelos compartieron el almuerzo incluso en los dormitorios y en los pasillos del hogar, porque muchos tienen problemas de movilización.

Visitas. Esmelda Godoy, encargada del hogar durante los fines de semana, dijo que a los abuelos les encantan las visitas y pidió a la ciudadanía pasar por el lugar no solamente el 24 y 25 de diciembre. “Se llena en Navidad, pero en Año Nuevo, enero y febrero bajan las visitas”. Resaltó que se apela a la buena voluntad y que las puertas del hogar están abiertas para las donaciones de pañales y artículos de limpieza.

Los gestos de amor llegaron por anticipado al hogar, ubicado sobre la calle Sacramento. Los voluntarios de Cenando con Jesús alegraron la Nochebuena con bocadillos, músicas y baile.

En el Hogar Nuestra Señora de la Asunción, la Navidad estuvo más tranquila que la Nochebuena. El 24, los voluntarios de Cenando con Jesús también llegaron al lugar como en otros 97 sitios. El enfermero Richard Mendoza comentó ayer que muchísima gente se sumó al festejo previo al nacimiento de Jesús.

“Trajeron guitarras, comida, acá de repente nomás aparece la gente. A veces vienen vestidos de Papá Noel, todos los años es así. Esperemos que en Año Nuevo vengan otra vez”.