11 ago. 2025

A diez años de llegar a la cumbre del poder, Cartes está hoy relegado

Ayer se cumplieron 10 años de la victoria de Horacio Cartes en aquellas elecciones que lo llevaron a la presidencia de la República coronándose como el salvador del Partido Colorado, que volvió de la llanura al poder, gracias al poder económico del empresario.

Imponiendo el dinero antes que la militancia partidaria, modificó el estatuto de la ANR para ser candidato, votó por primera vez en el 2011 para votarse a sí mismo y fundó su movimiento, Honor Colorado, que se conoce como el cartismo.

El panorama actual es diferente al de hace una década. Con la declaración de persona significativamente corrupta y las sanciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos, Cartes fue electo hace cuatro meses como presidente de la ANR, pero se encuentra totalmente relegado en una campaña donde su delfín, Santiago Peña, se juega llegar a la misma silla y así poder gestionar su defensa ante un posible pedido de extradición.

Cartes se ve obligado a no aparecer en la campaña del economista ex liberal, a quien él mismo lo llevó como ministro de Hacienda y posteriormente firmó su hoja de afiliación a la ANR.

Peña se jacta en cada acto de mencionar que hay “unidad”, pero el presidente de la ANR no puede ir a los actos de campaña a arengar, porque su presencia repele a los referentes del movimiento oficialista Fuerza Republicana.

Hace cinco años, cuando Mario Abdo Benítez era el candidato a presidente, Cartes se jugó por ir al Senado. No se resignó a jugar en un segundo plano dentro del liderazgo en el Partido Colorado, pese a que Peña en ese momento perdió las internas. Marcó su agenda, impuso su lista de cuestionados legisladores y participó activamente en el proceso. Consiguió los votos para la designación de Sandra Quiñónez como fiscala general del Estado y tras las elecciones mantuvo una bancada numerosa en Diputados, pero no consiguió lo mismo en el Senado, donde no pudo jurar, ya que una mayoría opositora no lo permitió.

FRASES POLÉMICAS. Durante su gestión y cuando era precandidato, el ex mandatario pronunció una serie de frases que causaron burla, asombro e indignación.

En diciembre del 2017, Cartes aprovechó un acto oficial para criticar a los periodistas, olvidando que es dueño de varios medios de comunicación.

“Solo tienen un micrófono y un papel para escribir. Hay periodistas en Telefuturo a quienes se les paga para atropellar al Gobierno, pero el Gobierno ya no habla más con ellos, sino que trabaja. El país funciona sin ellos”, dijo.

En octubre de 2013, Horacio Cartes fue hasta la sede del World Trade Center (WTC) de Uruguay para conversar con empresarios. En tal oportunidad, siendo último orador del encuentro, describió al Paraguay como una “mujer fácil y bonita”.

En el Palacio de Gobierno en plena reunión con la Confederación Nacional de la Industria del Brasil, Cartes inició un discurso lleno de amabilidad, señalando que “el Paraguay ya no quiere pedir limosnas al Brasil. El Paraguay cree que hoy tiene atractivos para sentarse junto al Brasil y colaborar donde Brasil crea que Paraguay le pueda ser útil”.

Pero el presidente se extralimitó con la cortesía al pedir a los brasileños que aprovechen el clima de negocios en el país y hagan “uso y abuso” de Paraguay.

Los últimos días de Horacio Cartes en el gobierno se caracterizaron por manifestaciones ciudadanas. El mandatario fue consultado acerca de qué respondía a los jóvenes que se estaban manifestando contra la aprobación de las notas reversales de Yacyretá, a lo cual contestó: “Balines de goma”. Actualmente se mantiene callado y no habla con los medios.